Si fuese ciego como interpreta Al Pacino en esta película, al igual que él, no me harían falta ojos para comprobar su sublime actuación a lo largo del film. Tan solo con sus diálogos y el sonido de fondo de la película, lo palparía, recrearía en mi mente cada uno de los minutos en los que aparece(que son bastantes, para nuestro deleite), y podría imaginar como lo borda. Aún así, creo que me quedaría corto.

Estamos ante una de las joyas que pocas veces habrá dado la industria del cine, y el papel... es mágico, sus pupilas parecen haber estado congeladas o sometidas a algún tratamiento para semejar su ceguera, pero no, la culpable es su interpretación, ese don de el gran Al Pacino.

Merecido Óscar el que se le dió en 1992 a Mejor Actor.

También me gustaría añadir la meritoria actuación de Chris O´Donell, y lo "gordo" que me cae Phillip Seymour Hoffman (suerte que aparece poco). Aparte de eso, el único pero que pongo a esta maravillosa pieza es lo tediosa que parece ser en algunos momentos, quizás reducida a unos 90-100 min. estándar hubiera recibido mi máxima puntuación de 10.