Quentin Tarantino ya había demostrado que era un cineasta con un estilo propio y bien definido con “Perros de la calle” sin dudas la mejor ópera prima de los 90’. Cuando rodó “Pulp Fiction” -que en Argentina se conoció bajo el título “Tiempos violentos”, que nada tiene que ver con el espíritu de la película- no hizo más que ratificar el rumbo de su cinematografía de autor.
Notable por su esquema narrativo, que rompe con las convenciones, “Pulp Fiction” no pretende más que lo que logra: un entretenimiento absoluto y hasta en algún punto dañino. El espectador no puede menos que asistir maravillado a escenas donde la violencia gratuita emerge al por mayor. No puede tampoco reprimir una sonrisa y sentir una identificación -con cierta dosis de culpabilidad- ante esos villanos asesinos carismáticos en extremo, que pueden pasar sin ambages de una charla anodina sobre hamburguesas al asesinato a sangre fría de unos jóvenes desarmados.
Los actores están fantásticos y se regodean en sus personajes. Aunque casi todas las críticas apuntaron a reconocer el buen trabajo de Travolta, en mi caso me inclino más por enfatizar el excelente rol de Uma Thurman. Su papel de Mia Wallace enamora. También es destacable el papel de Harvey Keitel.
En definitiva, excelentes actores, excelente guión y por lo tanto un excelente momento cinematográfico. Hay que decir -aunque mucho no agrega- que algunos de los filmes que más amo son de 1994: “Forrest Gump”, “Quiz show”, “Cuatro bodas y un funeral”, “Sueños de Libertad”, “Balas sobre Brodway” y “Entrevista con el vampiro”.