Fue sin duda la gran revelación cinematográfica del 2007, una cinta indie que arrasó en taquilla y que se convirtió casi de inmediato en una referencia cultural del siglo XXI, y lo cierto es que con todo merecimiento, pues es una comedia divertida, ágil y entrañable, donde las referencias a los clásicos del rock son más que abundantes. Pero siendo justo y realista, más de un 80% de la responsábilidad del éxito de este film recae en su portagonista, la joven Ellen Page, que borda el papel de una adolescente un tanto especial que se queda embarazada por accidente, y es un tanto especial por la agudeza de sus observaciones sobre la vida y por un comportamiento un tanto inocente de una niña que se siente lo suficiente madura para comprender el mundo que la rodea pero que en el fondo no deja de ser un adolescente de 16 años que en realidad aún desconoce la hipocresía de ese mundo que ella cree conocer. El 20% restante se debe dividir entre la música y los demás actores, pues todos están realmente bien. Pero claro, nos estamos olvidando de Stuart Reitman, el director, y de Diablo Cody, guionista, que son el otro 100% que nos faltaba, bueno, y el resto de equipo.
Posteriormente, el director se encarga de que esos personajes de papel cobren vida y sean creibles, que te enamoren. Toda la estética del film está muy bien cuidada, desde el vestuario de Juno, con ese áire informal y algo desaliñado ya te indica que no es la típca adolescente que se pasa horas delante del espejo; continuando con la presentación de los créditos, donde todo se va mostrando con un estilo de cómic a ritmo de una canción country bastante simplona, pero muy pegadiza, que va haciendo que te sumerjas de lleno en ese mundo naif de nuestra Junito; el desparpajo a la hora de hablar, su predilección por el rock clásico setentetero y muchas otras pequeñas cosas, han convertido a Juno en lo que es hoy, una cinta de culto para muchos y a Juno en el sueño de millones de adolescentes que desearían tener una novia como ella, o mejor dicho, desearían que ella fuese su novia. Como anecdota apuntar que fue la misma Ellen Page la que sugirió que su personaje fuera fan de los Moldy Peaches, una banda folky que estaba olvidada y que resucitó gracias a esá película.
Aunque las virtudes de la cinta eclipsan todos sus peros, a mi personalmente no deja de darme la impresión de que todo estaba sumamente calculado para convertir a Juno en el pelotazo indie que fue. También pienso que puede quedar un tratamiento algo frívolo los embarazos adolescentes, que luego das al crío en adopción y ya está, y eso por no mencionar la referencia a Dario Argento como el gurú del gore, ¡por favor, eso es un patinazo en toda regla! pero aún así, todos los puntos negativos quedan en un segundo plano.