Tito Ford (el que dicen que rescató marcas como Gucci e YSL, no el de los coches), se nos ha metido a director. Ha cogido una novela de Isherwood, le ha dado unos tijeretazos aquí y allá, le ha cogido unas sisas, le ha puesto unas lentejuelas y un lazo y voilà, nos ha hecho una película: un hombre soltero. ¿Cuál ha sido el resultado?

Pues que a Tom Ford se le ve demasiado el plumero. Quiero decir, se le nota de donde viene: un ramalazo fashion, esteticista y de diseño impregna cada detalle de la película: los actores, la ropa, las casas, los coches, la fotografía, los chaperos, las gafas del protagonistas… Todo resulta estético. El ansia de perfección formal roza lo obsesivo y todo ha sido colocado milimétricamente: los papeles en la mesas está perfectamente ordenados, los armarios pulcros, las ropas sin arrugas y sin manchas, los suelos impecables, los muertos colocados... Hasta aquí ningún problema: puro placer estético… ¿O hay a quien no le gustan las cosas bellas?

Lo que pasa es que da la sensación de que al señor Ford se le hubiese olvidado que no está haciendo un anuncio de moda, porque una película tiene, ante todo, que contar algo, y si puede ser de una manera maja y que te llegue a emocionar, mucho mejor. Ojo, que partir de una historia sencilla en apariencia – como es el caso- no tiene por qué ser impedimento para hacer una gran película. Pero claro, si encima los personajes son más planos que una valla publicitaria, y su sufrimiento resulta poco creíble y vacuo, la cosa va empeorando. Toda este aplanamiento se llega a tapar en ciertas escenas gracias a una preciosa y emotiva banda sonora... Al menos, eso sí, la película no llega a aburrir, quizá por el orgasmo visual que provoca cada escena.

Luego está el tema actoral... El tan aclamado Colin tiene un papel soso. Aunque todo el mundo opina lo contrario, a mí me parece que da poco juego para lucirse. Y luego Moore, cuya actuación se limita a un par de escenas, y no creo que supere las 20 líneas de guión… Lo de Kortajarena es cosa aparte, pero se le perdona: está ahí por guapo, no por buen actor.

En definitiva, nos encontramos con una película cañón en la forma, pero bastante cortita en el fondo… Algo así como una rubia preciosa pero un poco tonta (sin ánimo de ofender a nadie, y menos a ellas... ¿eh? Que yo tengo amigas rubias tontas y las quiero mucho) ;-)

- Lo mejor: la estética y su preciosa banda sonora.
- Lo peor: la superficialidad con la que se trata la historia, que hace que la peli tenga una falta total de emoción e intensidad.