Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
8
Cine negro. Intriga. Drama El detective Mark McPherson (Dana Andrews) investiga el asesinato de Laura Hunt (Gene Tierney), una bella y seductora mujer que ha aparecido asesinada en su apartamento. McPherson elabora un retrato mental de ella a partir de las declaraciones de sus allegados, algunos sospechosos como el cínico cronista Waldo Lydecker (Clifton Webb) o Shelby Carpenter (Vincent Price), prometido de la joven. Además el diario y la correspondencia de la ... [+]
23 de enero de 2009
35 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
De estructura narrativa ajustadísima, aunque con lagunas de guión típicas del género, y una realización perfecta en su sencillez, sobriedad y en su lechosa fotografía ganadora del oscar, Preminger se introdujo de lleno en los clichés de cine poliaco con ribetes negros -diálogos ácidos, usos sociales, veladas intenciones- para darles vuelta y media y presentarnos así un noir fantasmagórico en el que las bajas pasiones y los bajos instintos aparecen con sucesivos giros de perspectiva. Puntos de vista de diferentes personajes o de distintas realidades o irrealidades, según se mire; hilos que elípticamente se engastan en la trama, desembocando en un tenue travelling en el interior de una casa: ese movimiento, que lleva la cámara hasta una puerta que se abre y un personaje que entra, no se quiebra con el montaje, continúa siendo el mismo plano. La perspectiva obsesiva de Dana Andrews rastreando una casa vacía ocupa ya nuestra atención plenamente. La imagen no se corta. Quizás sea real lo que viene después; quizás no.

Es interesante ese doble prisma desde el que observar la cinta; bien como película de narrativa clásica, perfectamente engrasada, o como esa otra película que anda por detrás, agazapada luchando por aflorar contraponiéndolo lo aparente y lo real, lo expresado en una construcción clásica y lo susurrado en planos sutiles.

Todo ello, creo, perdura en la memoria del aficionado -aunque no tenga reciente la cinta- como una plasmación de la obsesión por un ideal -ya sea por parte de D. Andrews, V. Price, Clifton Webb o el propio espectador-, en forma de amor, posesión, lujuria o película de misterio, que ni muerto deja de ser irresistible. Aunque, quizás, precisamente por estar muerto nos atraiga con la vocación de extraña eternidad que tienen algunos cuadros o fotografías. Esos retratos que nos reclaman desde la ultratumba de la memoria, las invenciones o el subconsciente. Así nos reclama también esta película, ése es también su terreno, no sólo la investigación de un asesinato; y de esa forma la evoqué yo durante muchos años -antes de revisarla- sin recordar apenas nada de relojes de pared. Podría decir que fue eso precisamente lo que me impidió olvidar, pese a los años, aquel fin de semana en que murió Laura.
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow