Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
6
Ciencia ficción. Drama Aquilea es una ciudad asediada por misteriosos invasores que pretenden apoderarse de ella. La indiferencia de sus habitantes les allanará el camino; sólo un pequeño grupo de resistentes, guiados por un anciano trata de impedir la acción de los invasores en una lucha desigual. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2009
26 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta de medias palabras e insinuaciones ocultas, criollas. Suposición porteña de lo que habría de llegar. Un “noir” albiceleste y hechicero con pulso de secreto, que nos habla con pesimismo de la convicción de vivir los ideales aun sabiéndolos fracasos. Nos habla de faros de coche esperando, como colmillos de lobo con sus luces.

Película de minuciosa realización, aunque humilde, que incide en ese elemento de distancia que tiene lo sabido y no pronunciado. Distancia, también, generada por el efecto de la palabra escrita arrastrando las frases e incluso la estructura de escenas hacia la literatura. Ya lo comenta la crítica que me precede (Neathara).

Hugo Santiago, en ese sentido, intenta dotar de nervio a los planos en exteriores –secuencias de “acción” aparte– potenciando las pausas y un montaje abrupto, seco, que subsane a empellones el protagonismo del papel escrito mediante panorámicas profundizando en la continuidad de la toma. Dar así gestualidad a la imagen y al espacio fotografiando una madrugada que apunta a ciudad tomada. Juega también con diversos encuadres en espacios cerrados con el mismo propósito: insuflar planos detalle y expresividad visual a un guion de irremediable propensión literaria, que no cinematográfica. Irremediable e impagable inclinación, se podría –según cada uno– decir también.

Al final, me quedo sin saber cuál es el barco de cabotaje de esta película. Empate técnico, supongo, entre la imaginería visual que estira las secuencias de asesinatos, desgranándolas a ritmo de goteo, y esa miscelánea verbal más propia de narradores omniscientes que de guion de cine.

Por lo demás, sensación de entretenimiento de amigotes, invención para pasar el rato como cuando los autores de esta historia reunían antologías de cuentos de terror. Pero, claro, cuando los que se juntan son Bioy Casares y Borges –esta vez sin la señora del primero– la cosa, necesariamente, acaba en un pedazo de expresión artística que toma cuerpo con el tiempo a través de diversas lecturas, indagando en el agitado presente de una ciudad, un país –pueblo, casi, diría–, y avanzando entre otras cosas –de ahí su vigencia, no es una denuncia de algo concreto, sino una trama de género fantástico– un futuro de torturas argelinas con augurios fatalistas como este…

"Vendrán los cuatro balazos
y con los cuatro el olvido;
lo dijo el sabio Merlín:
morir es haber nacido".

(Milonga de Aníbal Troilo y Jorge Luis Borges)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow