Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
3
Intriga. Thriller. Drama Clay Beresford (Hayden Christensen) es un joven multimillonario que debe someterse a un transplante de corazón. Para ello, deja que su mejor amigo, el doctor Jack Harper (Terrence Howard), sea el encargado de realizar la operación. Durante la intervención, Clay experimenta un extraño fenómeno que le hace estar consciente y completamente paralizado mientras le operan. Mientras tanto, su novia, Sam (Jessica Alba) debe hacer frente a una ... [+]
16 de febrero de 2009
47 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director comenta que le sobrevino este galimatías mientras se retorcía disfrutando de un siempre bienvenido y bien hallado cólico nefrítico. Sin embargo yo, que también sudé en su día una piedra calcárea de mil picos por las finas hebras musculares de un cándido uréter, puedo prometer y prometo que durante ese trance de agudo sufrimiento testicular, lumbar y visceral no se le puede ocurrir nada bueno a nadie.

A nadie.

Así que al leer esas declaraciones y esa ponderación de uno de los postramientos más patéticos que existen pues, coño, me extrañé.

Decidí, por tanto, ir al cine con la intención de comprobar empíricamente si, en efecto, el argumento de la película era el resultado inevitable de lo que podríamos llamar en un alarde eufemístico "alumbramiento vejigal" o, al contrario, alguien había sido capaz de sobreponerse y demostrarnos a los sufridos humanoides que es de mariquitas mendigar sacrificio cual caballo de pata quebrada cuando un rollo de papel de lija te masajea la zona inguinal, uretral, escrotal, cojonal y monoparental.

Joder −pensé− que le pega un palo y el tío escribe un guión. Habrá que ver su peli. Se lo debo.

Porque yo, en mis particulares crisis de sacudidas pélvicas, solo pude fantasear nervioso con el recuerdo del amigo Ramón Sampedro y reclamar, maradentro, mi derecho a decidir. Y así me tiré varios días sumido en reflexiones de naturaleza poco creativa tales como si una torsión testicular sería aún peor, el nombre que le iba a poner al cálculo, si lo iba a dar en adopción o asumiría mi condición de madre soltera... Pero poco más. Que no estaba la cosa para juergas.

En fin, concluyendo, creo que durante estas contracciones y sudoraciones la inventiva no da para otra cosa que no sea cagarte en los muertos de todo el que se acerque a menos de veinticinco metros −perímetro de seguridad en caso de cólico− y ya está. No digamos para bosquejar finales sorpresa.

Y ahora, una vez vista la película y constatado lo que hubiere que constatar, estoy en posición de garantizar que los ataques de cristalitos lácticos o de ácido úrico (según la modalidad de asalto) que sufrió el amigo Joby Harold fueron más severos que los míos y también más insólitos. Arcillosos me atrevería a asegurar por raro que parezca.

Yo meé una piedra aquel día. Él cagó un ladrillo.
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
Al anochecer
1971
Claude Chabrol
7,3
(1.099)
The Asian Connection
2016
Daniel Zirilli
2,9
(194)
Lo que el día debe a la noche
2012
Alexandre Arcady
6,4
(1.479)
The Glass Shield
1994
Charles Burnett
5,0
(42)
arrow