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Gambia Gambia · Santiago de Compostela
Voto de Fusquenllo:
8
7,4
451
Documental Los mineros ucranianos de Donbass, ayer heroicos estajanovistas soviéticos y hoy ilegales que se arrastran por subterráneos a punto de derrumbe en busca de carbón. Y en Indonesia, a veces bajo los flashes de los turistas, otros mineros doblan la espalda transportando cestas de azufre. Port Harcourt, Nigeria: los desolladores se bañan a diario en sangre para ganarse la vida dignamente. En China, la siderurgia tiene severo peligro de ... [+]
29 de julio de 2007
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay voz en off, no hay nada que nos explique la situación por la que están pasando estos hombres, la cámara es lo único que nos habla un poco de su trabajo, y lo que es más importante, de su vida.

Una de las cosas que más impresiona de este documental es su imagen, no obstante Michael Glawogger ha conseguido que todas las historias grabadas tengan una apariencia onírica, casi como un sueño (o una pesadilla) sacado de las más febril imaginación. El estilo es sin duda grandioso (¿alguien dijo David Lynch?). La imagen cobra (aún) más peso debido a la ausencia de narrador, nada ni nadie ajeno a las escenas nos intenta describir la vida de estos hombres y sus problemas, de hecho no lo necesita ya que el espectador (¿o seré yo solo? estoy generalizando) consigue establecer una relación empatica con los protagonistas del relato casi desde los primeros minutos.

Uno de los grandes aciertos de este documental es que consigue que consigamos meternos en la piel de los trabajadores y su vida sin apenas relatarnos nada de ella. Todo esto se consigue tan solo con imágenes. La película se divide en 6 partes, 5 de ellas "retratos de trabajadores" y la última un epilogo. El primero trata sobre mineros de Donbass, ayer gloriosos trabajadores del Estado y hoy arrastrándose para conseguir un poco de carbón para dar de comer a sus familias. El segundo nos lleva a Indonesia donde unos hombres luchan por ganarse la vida mientras son observados como cobayas por turistas. En Nigeria desolladores se encharcan a diario de sangre para subsistir. En Pakistán donde (¿soldadores?¿desgüazadores?) se ponen en peligro constante mientras lidian con la soledad. La última historia es sobre los obreros chinos.

Sobre los 2 primeros relatos sobran las palabras: Soberbios. Sus imágenes, sus protagonistas, su realismo y crudeza... son realmente hermosos y chocantes, una verdadera obra de arte, para ponerle un diez, solo con ellas ya habría valido la pena ver la película... y aunque la calidad no baje con respecto a sus anteriores, la tercera y la cuarta no resultan tan impactantes, quizás porque no se logra "conectar" con ellas de la misma manera, quizás debido a las que ya hemos visto anteriormente. La última historia sin duda es la que menos llega a emocionar, es corta y no tiene la misma calidad (o quizás me lo parece a mí) que las anteriores.

De todas maneras una joya para su calidad y trabajo, muy poco conocida y que supera a la mayoría de documentales existentes.

Puede que sea lento y desde luego es un documental, pero sin duda vale la pena.
Fusquenllo
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