Cierto es que no esperaba gran cosa de esta película, más teniendo en cuenta el bodrio de Ali G. Simplemente esperaba pasar una noche medianamente divertida de cine, sonreir con algunas anécdotas o gags ocurrentes y marcharme tranquilo a mi casa.

Pero me equivoqué. Reí, pero no la típica sonrisilla que refleja una escena divertida, reí a carcajada limpia, llegando en algunas escenas a soltar alguna lagrimilla por el esfuerzo y para mí, eso es lo más importante cuando decido ver una película cómica.

Que no me vengan los pseudocríticos de tres al cuarto con el habitual comentario de que si el lenguaje usado es soez y burdo, que si es un humor simple y escatológico (¿quién usa esa palabra en la vida real?), que si...Tal vez se recurra a la risa fácil en alguna ocasión aunque también es cierto la sátira y crítica social que esconde el film.

Lo realmente importante es simple: si nos consigue hacer reir, reir con energía, la película merecerá la pena. Y yo les aseguro que reí.