El director Nicolas Winding Refn (Bronson, Drive, Sólo Dios perdona, etc.) sigue cimentando su filmografía a espaldas de público e industria, haciendo un cine muy radical que dota de una gran importancia a la imagen hasta el punto que en muchas ocasiones supedita el texto a ésta, dando vida a una orgía audiovisual que se ha ganado muchos seguidores y (cada vez más) detractores. The Neon Demon prosigue esta senda que muchos descalifican de onanista pero que sigue brindando momentos cinematográficos imborrables.

Aquí nos encontramos con una obvia crítica al culto al cuerpo y al efímero mundo de la fama y como éste canibaliza una moda detrás de otra, todo esto disfrazado de cuento de terror con claras reminiscencias visuales de los giallos más oníricos de Dario Argento.

Una valiente y polémica propuesta que exhasperó a la crítica del pasado festival de Cannes y que por fin ha acabado encontrando su merecida audiencia en el actual festival de Sitges.


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