Media votos
5,7
Votos
1.403
Críticas
12
Listas
5
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Jose Antonio:
2
5,4
7.864
Drama. Romance. Thriller
Ambientada en Tokio, narra la historia de una asesina a sueldo (Rinko Kikuchi), que oficialmente trabaja como empleada de un mercado. Kikuchi (nominada al Óscar por su papel de joven sorda en "Babel") interpreta a la criminal, mientras que Sergi López encarna al propietario de una tienda de vinos en Tokio. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2009
174 de 205 usuarios han encontrado esta crítica útil
Personalmente opino que hacer llorar en cine es lo más fácil que hay. Para llegar a emocionar al espectador existen varios caminos en función del talento del que el director disponga. Si lo tienes, puedes apoyarte en una frase oportuna, un gesto, una mirada, un pequeño detalle… si eres Isabel Coixet pones a alguien muriéndose y acabas primero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Me interesaba ver una obra suya en la que sobre el papel no hay nadie que deba morir de una larga enfermedad. Me interesaba ver a Sergi López en una película donde no maltrate y/o asesine y/o grite y/o descuartice a nadie. Cuando el personaje de Sergi López y su “asesina” hacen el amor por decimoséptima vez en el vagón-habitación me empecé a preguntar porqué no aprendo nunca.
La directora nos pone a una asesina sin escrúpulos que debe cargarse a un tipo, trabajo que ya ha realizado en numerosas ocasiones con gran diligencia. Cuando llega al lugar donde debe cometer el crimen, es sorprendida por la cautivadora conversación del hombre:
-Qué quiere?
-No sé, qué hay?
-Vino.
-Y por qué iba a querer vino?
-Porque esto es una vinoteca
-Y por qué sabe el vino que quiero?
-Porque soy vendedor.
-Y qué vino quiero?
-Pues uno de los que hay aquí.
-Y por qué tiene tantos vinos?
-Porque esto es una vinoteca.
Tras esta conversación, la despiadada sicaria cae rendida en brazos de aquel al que debía eliminar… si éste la conquistó con tan poco no me quiero imaginar a qué anormales mataba esta mujer antes. Normal su amargura.
Durante la hora de metraje que sigue la protagonista realiza tres actividades fundamentales sin las cuales no se puede entender el resto de la historia: hace el amor 158 veces en un vagón-habitación, mira por la ventana a los de la autoescuela aparcando y come nubes de fresa (Universo Coixet en estado puro).
Luego ya pasamos al final de la proyección donde tiene lugar la escena cumbre. El malo de la película dispara a Sergi López y ella se interpone en la trayectoria de la bala, cayendo encima de las merluzas y las parrochas y poniéndolo todo perdido. El malo, en ese momento y a cámara lenta, deja caer su revólver asustado y huye corriendo horrorizado por lo que acaba de presenciar. El pobre hombre no sabía que al disparar un arma es posible que mates a alguien. Pobrecillo.
El final de la película, sin embargo, es abierto. No te llega a decir si el chico de la autoescuela aprobó el examen a la primera… eso lo deja para el espectador, para que piense…
La directora nos pone a una asesina sin escrúpulos que debe cargarse a un tipo, trabajo que ya ha realizado en numerosas ocasiones con gran diligencia. Cuando llega al lugar donde debe cometer el crimen, es sorprendida por la cautivadora conversación del hombre:
-Qué quiere?
-No sé, qué hay?
-Vino.
-Y por qué iba a querer vino?
-Porque esto es una vinoteca
-Y por qué sabe el vino que quiero?
-Porque soy vendedor.
-Y qué vino quiero?
-Pues uno de los que hay aquí.
-Y por qué tiene tantos vinos?
-Porque esto es una vinoteca.
Tras esta conversación, la despiadada sicaria cae rendida en brazos de aquel al que debía eliminar… si éste la conquistó con tan poco no me quiero imaginar a qué anormales mataba esta mujer antes. Normal su amargura.
Durante la hora de metraje que sigue la protagonista realiza tres actividades fundamentales sin las cuales no se puede entender el resto de la historia: hace el amor 158 veces en un vagón-habitación, mira por la ventana a los de la autoescuela aparcando y come nubes de fresa (Universo Coixet en estado puro).
Luego ya pasamos al final de la proyección donde tiene lugar la escena cumbre. El malo de la película dispara a Sergi López y ella se interpone en la trayectoria de la bala, cayendo encima de las merluzas y las parrochas y poniéndolo todo perdido. El malo, en ese momento y a cámara lenta, deja caer su revólver asustado y huye corriendo horrorizado por lo que acaba de presenciar. El pobre hombre no sabía que al disparar un arma es posible que mates a alguien. Pobrecillo.
El final de la película, sin embargo, es abierto. No te llega a decir si el chico de la autoescuela aprobó el examen a la primera… eso lo deja para el espectador, para que piense…