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España España · Madrid
Voto de Sagitus:
8
Bélico. Acción. Thriller En 2003, durante la ocupación de Bagdad por tropas estadounidenses, al oficial Roy Miller (Matt Damon) y a su equipo les encargan la misión de buscar armas de destrucción masiva. Registran escondite tras escondite, a cual más peligroso, pero en vez de letales agentes químicos, descubren un elaborado plan que cambia el rumbo de su misión. Rodeado de agentes con objetivos contradictorios, Miller intenta averiguar la verdad a partir de una ... [+]
20 de marzo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director de la película Green Zone, distrito protegido, Paul Greengrass, autor de la exitosa trilogía de Bourne, revuelve de nuevo en la verdad y esta vez nos abre los ojos ante la fuerza del pilar informativo en la situación que dió comienzo al conflicto bélico de los Estados Unidos y su intervención en Irak. El director se apoya en revelaciones de testigos para fundamentar la crítica que se expone en su película, donde nos invita a pensar que los informativos que nos llegan pueden estar tergivesados por los medios, porque muchas veces lo que pretenden es reconstruir la verdad al apoyarse en un telón de fondo donde se hilan diferentes propósitos.
Así, Greengrass produce esta película que pretende presentarnos el verdadero motivo que impulsó a los Estados Unidos a intervenir en la política de un país oriental con el pretexto de que escondían armas nucleares. Sin embargo, aquí se nos demuestra que el arma más peligrosa es la información, una información que llega a nosotros y orienta nuestra manera de ver el mundo y detrás de la cual se esconden intenciones de diferentes fuentes. En la trama, se nos deja claro que si uno quiere saber la verdad y evitar segundas interpretaciones, ha de acudir a la fuente original.
El protagonista es un soldado americano, el subteniente Roy Miller (Matt Damon), un ciudadano que lucha por evitar que se promueva una acción injusta y sobretodo, incierta. Al comienzo de la película, Miller alcanza la zona geográfica de Irak donde supuestamente se escondían las armas nucleares, siguiendo las direcciones de Inteligencia. Sin embargo, después de varios intentos, los soldados jamás encontraron nada. Miller se moviliza para evitar que los medios de comunicación y la política ofrezcan una información esperada por el público que apoya la acción militar en un país oriental pero que no es cierta.
La estética del film es la misma que las cintas de Bourne, donde la música de John Powell introduce compases que imitan el ritmo agitado de la grabación. La película mantiene el rodaje con cámara en mano, presentándonos una fotografía en constante movimiento, a veces confusa y difícil de seguir, consiguiendo los primeros planos de los personajes con zooms bruscos carentes de una composición coherente y utilizando planos rebuscados que simulan una grabación no planificada, que sigue los movimientos del subteniente para dar con el general Al Rawi imitando una estética documental.
El director nos pone en la piel del protagonista invitándonos a ser críticos y participativos en la información que se nos da. Por eso, Miller será quien luche para demostrar y contrastar lo que informan los políticos independientemente de las órdenes que le han sido dadas. Por eso, el exponer una información que va en contra de la ofrecida a través de los medios de comunicación, pone en peligro la confianza del público en los informadores y los contrarios inician una operación para eliminar la fuente original, capaz de exponer la verdad de la cuestión.
Sagitus
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