Un thriller indio (De la India) de lo más minimalista, con pocos personajes y pocas localizaciones, una puesta en escena de lo más austera. Partiendo de un caso de malos tratos, un guion curioso, sólido y muy trabajado consigue que la película avance de una manera lineal en una trama muy cuidada, por lo que su visionado se hace sugerente. Eso sí, le sobra frialdad, le falta la tensión tan necesaria en este género, como si el guion fuera por un lado y las emociones de los protagonistas no tomaran el mismo camino, ese es su principal defecto.

El final sorprende, es relativamente original, pero tampoco es que llegue a conmover porque parece más que nada un alarde de inteligencia artificial, lo que parece traicionar la esencia moral de uno de sus protagonistas al mismo tiempo que encubra su inteligencia.

En definitiva, una película que se deja ver, que está bien hecha, con algunas florituras para atraer espectadores (como las secuencias de artes marciales sin relevancia narrativa alguna), pero sin mordiente, sin que lleguemos a conectar y a conmovernos con la suerte de los protagonistas.

Una curiosidad tonta en spoilers.