Para empezar, la película es mala no, PATÉTICA... pero me ha encantado.
Pero eso es precisamente lo que la hace divertida, al parodiar tópicos de las películas de espionaje, pero no de manera sutil ni elaborada, todo es tan de brocha gorda y tan absurdo en algunos momentos que te puedes partir la caja a gusto.
No debemos juzgarla como otras películas de comedia que buscan un humor más inteligente, aquí todo es hortera, pero lo es de manera premeditada. Por así decirlo me parece un poco como Torrente, aunque para mí por una vez la española supera con creces a esta.
La estupidez de este calibre debe ser usada en ocasiones y esta merece la pena, a veces hay que ver una película sin ningún tipo de objetivo más allá de la carcajada tonta.
Sin duda entretenida de ver.