Una comedia que arranca bastante mejor de lo que acaba. A pesar de que en ningún momento aparece nada destacable, podría haber derivado en una sitcom más inteligente si hubiera mantenido el foco en desarrollar escenas y diálogos punzantes sobre las temáticas que trata y que se prestan a una visión humorísitica ácida: la comercialización estética femenina, la dependencia de la figuración social, la insoportable banalidad de los realitys televisivos.
El problema es que a partir de un punto de partida con posibilidades, el guión se decanta por el trazo grueso, y la historia se va volviendo plana, lineal, predecible y cada vez más infantil a medida que avanza el metraje, para terminar con un final que parece más bien un acto de fin de curso de sexto grado de primaria.

Un tono de comedia que recuerda a esas películas televisivas de domingo por la tarde de los años 80. Esa es la sensación que me dejó después de verla: un producto anticuado, de esas "de risa" que veían mis tíos cuando yo era chico -y ya estoy grandecito-.