Cuando Spike Lee deja de ser un pelma con sus discursos doctrinales sobre el racismo en la comunidad afroamericana le pueden salir películas tan entretenidas como ésta. Sin dejar de lado las lecciones que sobre la legitimidad de la policía y sus comportamientos nos hacen pensar que detrás está el Spike Lee de siempre, realiza una película de acción en toda regla:entretenida y con un guión muy audaz. Ojalá su director siga por este camino. Es, sin duda, una de las mejores películas de acción de los últimos años, cosa que sorprende viniendo de donde viene...pero es así.