Enfebrecido drama bélico, tan necesario para la historia del cine como reflejo de una triste realidad social como documento futuro para las guerras presentes y futuras. Aceptando el hecho de que el director filmó Roma, ciudad abierta en tiempo bélico y ésta poco después todavía son más aterradoras sus imágenes. Esas calles derruídas y la gente que no tiene lo que comer. Y el final, que como algunos han apuntado en estas páginas es, sin lugar a dudas, uno de los más terribles de toda la historia del cine.