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España España · Oviedo
Voto de Esteban:
5
Romance. Drama Japón, 1929. Chiyo, una niña de nueve años, es vendida por sus padres para trabajar en la casa de Geishas de Nitta Okiya. Su hermana mayor Satsu no es aceptada y es enviada a un prostíbulo. En la casa Chiyo conoce a Pumpkin, otra niña que va a ser instruida para ser geisha, así como a las famosas geishas Hatsumomo (Gong Li) y su rival Mameha (Michelle Yeoh). Los comienzos de Chiyo (Zhang Ziyi) son duros, pero un encuentro con el que ... [+]
16 de enero de 2006
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya tenemos aquí una de las grandes superproducciones del año, derroche de medios y presupuesto en aras de comerse la taquilla a bocados, cuidadosamente presentada al público con un envoltorio de esos que vienen acompañados de un pestazo a Oscar que tira de espaldas. No porque vaya a ganar alguno, que lo dudo, sino porque se nota el empeño de sus creadores en que cada uno de los equipos que han participado en la realización de esta película tengan su lugar en esa dichosa noche que tan locos vuelve a los norteamericanos. El diseño de producción, la dirección artística, el vestuario, la fotografía, la banda sonora… todo eso es impecable, como no podría ser de otro modo. Lástima que la historia sea un poco sosita, esté más descompensada que una mesa sin una pata y su opulencia técnica no evite que nos olvidemos del film a las 24 horas de haberlo visto. Huelga decir que la película es larga, superando las dos horas de duración. El día que los norteamericanos hagan un film pro-oscar que no nos obligue a sujetarnos los párpados con celo prometo celebrar una fiesta por todo lo alto. Cuando te das cuenta que ya han transcurrido lo menos 30 minutos de metraje y la protagonista aún es una niña que ni siquiera a comenzado su aprendizaje, empiezas a temerte lo peor. Otro mamotreto de lujo más que añadir a la lista de películas para ver y olvidar casi al mismo tiempo.
El principal problema de la película reside en que su historia no está nada bien dosificada. Se detiene mucho en determinados episodios mientras que otros los pasa casi de puntillas. Apenas profundiza en nada de lo que cuenta, a pesar de tener algún que otro elemento que bien tratado podría elevar mucho el nivel del film, como la irrupción de occidente en el Japón de principios de siglo tras la Guerra Mundial o esa historia de amor que, más que cogida con pinzas, me atrevería a decir que ni siquiera llega a ver la luz, exceptuando una escena ridícula que el guionista introduce con calzador en el desenlace.
La película está muy bien como manual de la geisha adolescente, pero no estaría del todo mal que entre lección y lección se hubiesen esforzado un poquito más en insuflar algo de emoción a las imágenes, que solo muy de vez en cuando se hacen notar entre un producto tan perfecto desde el punto de vista técnico como carente de vida desde el dramático. Una lástima.
Esteban
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