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Voto de Esteban:
2
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49.416
Aventuras
Antigüedad, Helenismo. Alejandro (356-323 a. C.), rey de Macedonia, comenzó a reinar a los veinte años. Se apoderó primero de Grecia y, después de conquistar el inmenso Imperio Persa, siguió avanzando hacia la India. Fue un gran estratega que nunca perdió una batalla, un visionario cuyos sueños, hazañas y destino dejaron huella en la Historia. Cuando murió, a los 33 años, había forjado un imperio sin precedentes en la historia. Los ... [+]
12 de abril de 2006
103 de 183 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que llevar al cine la vida de alguien como Alejandro Magno, con tantas hazañas que contar a lo largo de sus escasos 33 años de vida, no debe ser tarea fácil. Demasiada densidad para el limitado espacio que ofrece la duración de una película. Sin embargo no creo que esa sea excusa suficiente para hacerlo tan rematadamente mal. Esta es, así a ojo, la peor película de Oliver Stone con diferencia. Vale que era imposible abarcarlo todo satisfactoriamente, pero joder, que por lo menos vaya al grano y no pierda tiempo con diálogos imposibles, escenas (eternas) inútiles, personajes de cartón piedra, monólogos aburridos e innecesarios, episodios completamente prescindibles y, lo que es aún peor, un ritmo soporífero y farragoso que termina con la paciencia del espectador más entregado.
El guión es malo. Pero malo de solemnidad. Tengo entendido que lo escribió el propio Stone a lo largo de varios años. No sé cómo sería el primer borrador, pero seguro que merecía más la pena que el mamotreto deslabazado e incoherente con el que decidió empezar a rodar la película. Es que no hay por donde cogerlo. Alarga escenas innecesarias, introduce secuencias enteras que no viene a cuento (¿era necesaria esa interminable introducción de Ptolomeo en Alejandría?), mete diálogos pomposos, afectados y teatrales que te dejan la cabeza como un bombo, no tiene el más mínimo sentido de la estructura, desde el punto de vista narrativo es completamente mediocre, echa mano de la elipsis de un modo francamente desconcertante, la descripción de la mayoría de los personajes es paupérrima, la psicología de Alejandro está pésimamente desarrollada (solo hay que ver el amaneramiento forzado con el que nos lo presentan para dar a entender su homosexualidad), a pesar de volcar sobre ella la mayor parte del filme. En fin, un desaguisado tremendo.
El guión es malo. Pero malo de solemnidad. Tengo entendido que lo escribió el propio Stone a lo largo de varios años. No sé cómo sería el primer borrador, pero seguro que merecía más la pena que el mamotreto deslabazado e incoherente con el que decidió empezar a rodar la película. Es que no hay por donde cogerlo. Alarga escenas innecesarias, introduce secuencias enteras que no viene a cuento (¿era necesaria esa interminable introducción de Ptolomeo en Alejandría?), mete diálogos pomposos, afectados y teatrales que te dejan la cabeza como un bombo, no tiene el más mínimo sentido de la estructura, desde el punto de vista narrativo es completamente mediocre, echa mano de la elipsis de un modo francamente desconcertante, la descripción de la mayoría de los personajes es paupérrima, la psicología de Alejandro está pésimamente desarrollada (solo hay que ver el amaneramiento forzado con el que nos lo presentan para dar a entender su homosexualidad), a pesar de volcar sobre ella la mayor parte del filme. En fin, un desaguisado tremendo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El cásting es horrible. Tener como protagonistas absolutos a dos de los peores actores del panorama cinematográfico norteamericano ya es para echarse a temblar. ¿A quién se le ocurrió darle el papel protagonista a un actor tan mediocre como Colín Farrel? ¿Y por qué su madre está encarnada por la patética Angelina Jolie, sólo unos años mayor que él? Pintarle unas arruguitas alrededor de los ojos no la hace parecer más vieja.
El diseño de producción es terrible, haciendo gala de unos decorados de corcho barato que dejan los del pemplum italiano como verdaderas piezas de arte contemporáneo. Además mezclan sin orden ni concierto obras y estilos artísticos de diferentes épocas. Un poco más de rigor histórico, por favor.
La dirección de Oliver Stone no es nada del otro mundo. De hecho me atrevería a decir que es una de sus obras más impersonales, exceptuando alguna que otra modernez innecesaria (ese viraje a rojo en medio de una batalla). Las escenas de multitudes están resueltas de manera bastante torpe. Básicamente se limita a mostrar espectaculares panorámicas de los ejércitos generados por ordenador para luego mover la cámara confusamente una vez empezada la lucha. Poca cosa, la verdad.
Por último, hacer mención a la horripilante y a ratos anacrónica banda sonora de Vangelis, que parece sacada del repertorio de Blade Runner.
Recomendada para estudiantes de Filología Clásica que quieran arrepentirse de haber comenzado la carrera y para gente con problemas a la hora de conciliar el sueño.
El diseño de producción es terrible, haciendo gala de unos decorados de corcho barato que dejan los del pemplum italiano como verdaderas piezas de arte contemporáneo. Además mezclan sin orden ni concierto obras y estilos artísticos de diferentes épocas. Un poco más de rigor histórico, por favor.
La dirección de Oliver Stone no es nada del otro mundo. De hecho me atrevería a decir que es una de sus obras más impersonales, exceptuando alguna que otra modernez innecesaria (ese viraje a rojo en medio de una batalla). Las escenas de multitudes están resueltas de manera bastante torpe. Básicamente se limita a mostrar espectaculares panorámicas de los ejércitos generados por ordenador para luego mover la cámara confusamente una vez empezada la lucha. Poca cosa, la verdad.
Por último, hacer mención a la horripilante y a ratos anacrónica banda sonora de Vangelis, que parece sacada del repertorio de Blade Runner.
Recomendada para estudiantes de Filología Clásica que quieran arrepentirse de haber comenzado la carrera y para gente con problemas a la hora de conciliar el sueño.