Alcatraz tiene todo los condimentos de una gran serie pero es mala, muy mala...por qué?. Porque como en un buen plato, no sólo depende de la calidad de los productos, también se necesita paciencia y amor para lograr que todo cuaje, y por sobre todo para que las prisas de vender no terminen por quemar a los cocineros ni a los ingredientes.
El ansia de no perder el bus de Lost y Fringe ha llevado a esta gente a hacer un trailer de si mismos en cada capítulo. La historia nunca nos conduce de manera natural a momentos críticos, mas bien es todo lo contrario. Uno va saltando de pico emotivo a pico emotivo sin nada en el medio que nos alimente. Los clichés son el pan de cada minuto pero esto último es, lamentablemente la menor de las decepciones. Te gustará si no ambicionas mas que ver como dan un paso en falso estos profesionales o que quedarte dormido frente a la pantalla.