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Voto de HBatarón:
8
6,2
10.002
Drama
En la Coney Island de la década de los 50, el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco ... [+]
29 de diciembre de 2017
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una tragedia griega en un parque de atracciones; la más perfecta oda a la hipocresía; una obra hecha de contradicciones y una gran contradicción en sí misma. Eso es ❝Wonder Wheel❞, la película de Woody Allen estrenada en 2017.
La cinta muestra de forma sublime la ironía de todo lo que sucede en ella, con unos personajes que piensan una cosa y la contraria, eufóricos y deprimidos a la vez, y juega con el doble sentido de una forma excepcional.
La fotografía es abrumadora, incomparable. Debo reconocer que en ocasiones me quedaba con la boca abierta y la cabeza ladeada durante varios minutos descubriendo cómo los colores de toda la escenografía cambiaban de la forma más sutil según evolucionaban los sentimientos de los protagonistas, todo ello dentro de un mismo encuadre. Así, durante unos planos estáticos que podían durar diez minutos o más, las luces de los neones se filtraban en cada uno de los elementos presentes en la escena y acompañaban la noria emocional de los protagonistas.
La cinta muestra de forma sublime la ironía de todo lo que sucede en ella, con unos personajes que piensan una cosa y la contraria, eufóricos y deprimidos a la vez, y juega con el doble sentido de una forma excepcional.
La fotografía es abrumadora, incomparable. Debo reconocer que en ocasiones me quedaba con la boca abierta y la cabeza ladeada durante varios minutos descubriendo cómo los colores de toda la escenografía cambiaban de la forma más sutil según evolucionaban los sentimientos de los protagonistas, todo ello dentro de un mismo encuadre. Así, durante unos planos estáticos que podían durar diez minutos o más, las luces de los neones se filtraban en cada uno de los elementos presentes en la escena y acompañaban la noria emocional de los protagonistas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El socorrista bohemio (interpretado por Justin Timberlake) que guiaba su vida desde el estándar del gran escritor, enamorándose de una mujer mayor por ser «muy de escritor», pero eligiendo a la joven inestable por serlo aún más.
La actriz retirada (interpretada por Kate Winslet) que no quería reconocer su debacle e insistía en que no era camarera, sino que interpretaba ese papel, y que buscaba a un príncipe azul que le rescatase de su sórdido matrimonio.
El marido autoritario (interpretado por James Belushi) que dependía de una mujer a la que amargaba la vida, y que mantenía una sindrómica relación (similar al complejo de Edipo, basado en la gran tragedia de Sófocles, pero a la inversa) con su hija, a la que constantemente decía que no permitiría que fuese camarera –aun siéndolo su propia mujer–.
El hijo pirómano (interpretado por Jack Gore) que, como no podía ser de otra manera, quemaba cosas (aunque, como dice el narrador de la película, «¿qué vería en las llamas? Nunca nadie ahondaría en ello»).
La hija (interpretada por Juno Temple) que actuó como caballo de Troya, y que tan pronto iluminó el hogar como generó el caos que acabó restableciendo el orden inicial con su muerte, como si de una maravillosa rueda -o «wonder wheel»- se tratase.
Finalmente, como en una suerte de «Edipo Rey a la inversa», es el personaje interpretado por Kate Winslet el que propicia la muerte de su hijastra, y aunque su intención era la de quedarse con el amante de ambas, acaba por provocar que su salvador se aleje de ella –al igual que sucedió con su primer marido– para quedarse con el tirano de esta historia.
Una trama intachable, una enseñanza latente en cada línea de diálogo y una actuación convincente de cada uno de los actores que conforman el reparto de ❝Wonder Wheel❞ hacen que, desde mi humilde punto de vista de espectador, la nueva película de Woody Allen se merezca un sobresaliente. Es, sin lugar a dudas, el tipo de películas redondas, cuidadas y dirigidas por una mano de lo más perfeccionista que disfruto viendo y recordando –por no decir «reflexionando»–, e incluso escribiéndoles una crítica, como en esta ocasión.
Espero que la hayas disfrutado, y si no la has visto, disfruta de su magia «a la luz del proyector», como dirían los personajes de esta epopeya.
La actriz retirada (interpretada por Kate Winslet) que no quería reconocer su debacle e insistía en que no era camarera, sino que interpretaba ese papel, y que buscaba a un príncipe azul que le rescatase de su sórdido matrimonio.
El marido autoritario (interpretado por James Belushi) que dependía de una mujer a la que amargaba la vida, y que mantenía una sindrómica relación (similar al complejo de Edipo, basado en la gran tragedia de Sófocles, pero a la inversa) con su hija, a la que constantemente decía que no permitiría que fuese camarera –aun siéndolo su propia mujer–.
El hijo pirómano (interpretado por Jack Gore) que, como no podía ser de otra manera, quemaba cosas (aunque, como dice el narrador de la película, «¿qué vería en las llamas? Nunca nadie ahondaría en ello»).
La hija (interpretada por Juno Temple) que actuó como caballo de Troya, y que tan pronto iluminó el hogar como generó el caos que acabó restableciendo el orden inicial con su muerte, como si de una maravillosa rueda -o «wonder wheel»- se tratase.
Finalmente, como en una suerte de «Edipo Rey a la inversa», es el personaje interpretado por Kate Winslet el que propicia la muerte de su hijastra, y aunque su intención era la de quedarse con el amante de ambas, acaba por provocar que su salvador se aleje de ella –al igual que sucedió con su primer marido– para quedarse con el tirano de esta historia.
Una trama intachable, una enseñanza latente en cada línea de diálogo y una actuación convincente de cada uno de los actores que conforman el reparto de ❝Wonder Wheel❞ hacen que, desde mi humilde punto de vista de espectador, la nueva película de Woody Allen se merezca un sobresaliente. Es, sin lugar a dudas, el tipo de películas redondas, cuidadas y dirigidas por una mano de lo más perfeccionista que disfruto viendo y recordando –por no decir «reflexionando»–, e incluso escribiéndoles una crítica, como en esta ocasión.
Espero que la hayas disfrutado, y si no la has visto, disfruta de su magia «a la luz del proyector», como dirían los personajes de esta epopeya.