Corría el año 1975 (más o menos). Yo tendría 10 o 11 añitos. Un servidor junto a unos amigos formábamos una pequeña pandilla. Donde yo vivo y en aquel entonces, había un cine de playa. La entrada principal daba a una calle que daba al mar y por detrás lindaba a unos campos de naranjos. Justo ahí estaba el proyector de cine. A los lados del proyector quedaba un piso de unos metros de ancho donde nos subíamos a ver cine gratis. El verano lo pasábamos así, por la mañana a la playa y por la noche al cine. Cualquier película que proyectaran nos la zampábamos. El famoso Tiburón, Maratón Man, etc. etc. Pues bien, aquella noche proyectaron el Exorcista.

La película (lo cuento todo de tirón y de memoria) estaba inspirado en una novela de hechos reales sobre un caso de exorcismo de un niño. Esto es todo lo que sé. Pero la película, como todas, se toma ciertas licencias y cambia al protagonista por una jovencita. La película es muy buena. Es cine escrito en MAYÚSCULAS. Los efectos especiales fueron todo un logro. El giro de la cabeza, los vómitos verdes, la voz del demonio, os prometo que daba la sensación de estar viendo una realidad. Además los sonidos que acompañan están muy logrados, creando una atmósfera enfermiza. Todo en esta película está calculado con precisión para envolver al espectador con una gran angustia mental.
Al terminar la película llegó la hora de volver a casa. Era de noche. Calculo que sobre las 12. Desde el cine a mi casa había como mínimo dos km. Que angustia Dios mío. Cada esquina ensombrecida el corazón me saltaba. Pero lo peor estaba por llegar. En aquel entonces vivía en un tercero sin ascensor. Al llegar al portal, la escalera quedaba al frente. Me quedé fijo mirando la escalera que por alguna razón se me asemejaba a la escalera de la película. Cada paso de escalón fue angustioso. El corazón se me salía del pecho. Las imágenes de la niña endemoniada se repetían en mi mente, causándome unos enormes sudores y gran angustia. Por momentos creí desfallecer del gran terror que viví en la sombría escalera. Nunca he logrado sobreponerme de aquellas terribles imágenes. Esta película está impregnada de algo misterioso y malévolo. Recuerdo que hace unos años me animé para ver de nuevo la película para ver si lograba desexorcizarme de aquella pesadilla. Creí que si la volvía a ver de mayor el efecto maligno desaparecería al verla con los ojos adultos. Pero no fue así.