Con esta segunda parte solo han reafirmado lo que ya vimos: Que han cogido a un carismático y jugoso personaje de la literatura clásica y lo han transformado en un hombre de acción. Cuya única demostración de su genio consiste en planificar las peleas con antelación, como si eso tubiera algo que ver con el "don" de la observación que caracteriza al Holmes.
Aderezado co un exagerado derroche de efectos especiales y de golpes visuales que pretenden ayudar al espectador a seguir el argumento, pero que solo consiguen que uno se pierda más en la confusa trama.
Exceso de acción y pocos diálgos tontos son los componentes de esta película. Eso sin contar con los toques de homosexualidad que han pretendido dar. Teniendo como resultado momentos tan poco sutiles y accidentados que antes parecen una broma tonta que insinuaciones de romance o de tensión amorosa.
Demasiado ligera y tonta como para tomársela en serio pero demasido aburrida como para servir de esas películas palomiteras de pasar la tarde.
Una de las pocas cosas disfrutables son los puntos de humor que añade Mycroft Holmes.