Una vez mas la industria del cine nos pega una patada en la boca a los fans de los videojuegos de calidad. Los señores guionistas (bueno, porque ahora cualquiera que escribe un guión es guionista) debían de estar bajo los efectos del crack cuando jugaron 5 minutos al videojuego, porque si no, no me lo explico. ¡Si tenían el maldito trabajo hecho! Es cierto que Max Payne 1 no tiene el mismo nivel respecto a argumento y trasfondo de Max Payne 2, pero en las escenas de comic tenían todo el trabajo hecho los señores guionistas, incluso en el tema de las frases que podían haber incluido ("I'm Max Payne and I'm gonna him feel the real pain"). Pero no, los señores tienen que inventarse un guión completamente nuevo y que no tenga nada pero nada que ver con el videojuego. Una trama que aburre hasta dejarte a las puertas del sueño, un mito erótico para los freaks de los videojuegos que se evapora (Mona Sax)... Sin duda el mayor crimen de todos ha sido la inclusión de los demonios, es sencillamente insultante para los chicos de Remedy Entertaiment que le hayan puesto el mismo nombre a esta bazofia que a su videojuego. Si no has jugado al videojuego te recomiendo que no la veas, si has jugado al videojuego te recomiendo que quemes todas las copias de esta película a las que puedas echar mano. Como puntilla a destacar, para aquellos que os hayáis pasado el videojuego y aun tras leer esto estéis pensando en ver esta película, solo me queda un detalle ultimo que daros. ¿Os acordáis de cuanta gente matasteis en el videojuego? ¿Quinientas personas? ¿Mil incluso? Pues bien, cuando llevéis una hora de película y no hayáis visto un solo disparo os acordareis de mí.