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España España · malaga
Voto de alcaide:
4
Comedia. Ciencia ficción Unos extraterrestres malinterpretan las imágenes de las máquinas recreativas como una declaración de guerra y deciden atacar la Tierra, empleando dichos juegos como modelos para el asalto. El presidente de Estados Unidos, Will Cooper (Kevin James), recurre entonces a su gran amigo de la infancia y campeón de las maquinitas de los años 80, Sam Brenner (Adam Sandler), quien actualmente trabaja como instalador de sistemas de home cinema, ... [+]
28 de julio de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Generalmente, toda película que llega con el sello en la producción, y el protagonismo de Adam Sandler, debería hacer huir despavorido a aquellos cinéfilos que se precien de tener buen gusto.

Con un sentido del humor más bien cercano a lo ordinario, la comedia ligera norteamericana ha encontrado un filón en su figura, encumbrando a Sandler como uno de sus mejores estandartes, ondeado para la causa de un subgénero que funciona sin complejos, en ese evidente espacio de usar y tirar en el que suelen acabar la mayoría de cintas con dicha vocación.

Seguramente, en esa búsqueda por recuperar cierto status, dinamitado con recientes engendros de la talla de "Jack y su Gemela" (2011), o "Niños Grandes 2" (2013), el cada vez más orondo actor a recurrido a Chris Columbus, un realizador conocido por su habilidad en el terreno de lo infantil, con la esperanza de adoptar un formato más apto para todos los públicos, que en parte, destierre del tablero la enorme cantidad de sal gorda que suele obstruir las arterias de su cine.

Partiendo desde una premisa original y muy adecuada para la época que nos ha tocado vivir, donde nuestra generación recoge los frutos del pasado, sentada en un trono de máximo privilegio cultural, "Pixels" ha intentado jugar un papel relevante, administrando con solvencia los recursos a su alcance, en un prólogo realmente divertido y convincente, que hará las delicias de todos aquellos nostálgicos, que dedicamos largas horas de nuestra infancia a devorar aquellas máquinas recreativas, esparcidas por bares y salones de juego, entre la década de los 80 y gran parte de los 90.

Por desgracia, una vez superada la primera media hora del film, la trama comienza a deshincharse, incapaz de mantener ninguna linea argumental expuesta en su origen, por esa manía de recurrir al chiste fácil, y a los convencionalismos de manual, que apenas dejan lugar para la improvisación, devolviendo el espectro de la marca Sandler, que también ejerce labores como guionista, al resultado final de un trabajo, que se queda a medio camino en sus intenciones, por ese afán que tiene Hollywood de convertirlo todo en un producto manufacturado.

En el reparto, destaca la siempre estimulante presencia de Michelle Monaghan, algo fuera de lugar a priori entre tanto Nerd, pero que finalmente sale airosa de la compañía de actores como Josh Gad o Kevin James, cómicos habituales en la onda de Adam Sandler, que contempla como fichaje estrella, el concurso de Peter Dinklage, en un papel muy gamberro, bastante alejado de su talento interpretativo. La nota negativa la ponen Brian Cox y Sean Bean, ambos lamentables en sus roles militares, y expuestos a algunos de los peores momentos de la cinta.

Para terminar, la recomendación queda casi limitada a la clásica tarde de pleno aburrimiento en casa, donde poder disfrutar de sus escasos hallazgos iniciales, para acabar desconectando nuestro cerebro justo a tiempo, cuando su discurso caiga al borde de lo insostenible. En ese momento, un servidor tiene presente aquella vez que el maestro Paul Thomas Anderson, dejo a Sandler tocar la gloria con Punch-Drunk, Love (2002), conocida aquí como "Embriagado de Amor", la prueba de que hasta el candidato a actor más pedorro, puede presumir de adjuntar a su curriculum un mínimo destello de grandeza cinematográfica.



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alcaide
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