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España España · malaga
Voto de alcaide:
7
Animación. Ciencia ficción. Thriller. Fantástico Tippett -maestro de los efectos especiales con dos Premios Oscar por "El retorno del Jedi" y "Parque Jurásico"- cuenta una pesadilla en stop-motion que ha tardado treinta años en completarse. (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el mundo animado, entre tendencias varias, la deseada stop-motion se erige como una de las técnicas más intrincadas y estimulantes a la que acercarse, no solo por el carácter minucioso y titánico de su proceso creativo, también porque el resultado final tiene un acabado especial, como dotado de una mayor y más compleja autenticidad.

El trabajo de toda una vida de Phil Tippet, genio de los efectos especiales, que en 'Mad God' se ocupa básicamente de todas las facetas de la producción, y que le ha llevado realizar algo más de 35 años, es un trabajo inclasificable, rodado con un stop-motion depurado e incontestable, a través de infinidad de localizaciones que bajan, al principio solo bajan a pesadillas cada vez más complejas, plagadas de monstruos imposibles, retorcidos, constante sensación de peligro, aventura al mismo corazón de las tinieblas, pesadilla inclasificable, ¿predominante ausencia de lógica?, dolor sangriento de desgraciados reventados por aplastamiento, excrementos exprimidos directamente de la fuente, siderurgia visceral, alquimistas de la deformidad, y todo lo que la retina es incapaz de retener en un solo visionado, dada la cantidad apabullante de detalles que componen los innumerables escenarios.

Experimentando continuamente, sin un argumento definido ni concreto, que pese a lo que algunos comentan, sobre la imposibilidad de ser comparado con nada, si tiene su reflejo en algunos cortometrajes de animación, que un servidor ha podido ver a lo largo de infinidad de Festivales de Cine Fantástico de Málaga, nuestro querido Fancine, donde precisamente, y en su 31 edición, hemos podido degustar la cinta, el verdadero debate surge de la duración de su metraje, algo más de 80 minutos que no pueden ocultar, por al agotamiento que produce, si no hubiera sido mejor reducir su duración, dado que la primera media hora es verdaderamente deslumbrante, e incluso algo más coherente.

En cualquier caso, estamos ante el trabajo de toda una vida, para muestra, la lista de agradecimientos en los títulos de crédito finales es interminable, y alguna influencia se puede rescatar, con un destacado fondo industrial de maquinaria incesante, que parece sacado de la imaginación xenomórfica del suizo H.R. Giger, mientras que los horrores parecen conectar de algún modo con una forma de infierno post industrial, plagada de detalles y material de desecho en cada rincón y forma, muy en la línea de 'Brazil' de Terry Gilliam, pero más bien como si el realizador la hubiera masticado, digerido, y posteriormente defecado sobre su particular lienzo.

Finalmente, este deslumbrante paseo por lo inclasificable, resulta más memorable a medida que expande sus tentáculos sobre la memoria, su enfoque macabro e implacable sobre la masificación de la sociedad contemporánea, tan cercana a los horrores post apocalípticos, debería hacernos reflexionar sobre la posibilidad tangible de haber convertido este planeta en un infierno, y en eso la obra de Tippet resulta verdaderamente casi tan incontestable, como su inconmensurable capacidad creativa.


[Películas del 31 Fancine: Festival de Cine Fantástico Universidad de Málaga]

<Lee ésta crítica, y muchas más, en Fusion-Freak.com>
alcaide
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