Así es como la mayoría de los fans ven a esta primera trilogía de X-Men; ven dos películas bellas y una fea.

Y siendo totalmente sincero, yo coincido. Quiero matizar, ésta película es "fea", dicho de otra forma, mala si la comparamos con sus dos predecesoras.
Para empezar, Bryan Singer renunció a dirigir esta tercera parte porque prefirió aceptar la propuesta que le hizo Warner.
Como muchos sabemos, Warner y DC querían relanzar la franquicia de Superman, y visto el talento demostrado por Singer en "X-Men" y su secuela, decidieron ofrecerle la dirección de este proyecto.

Como Superman era su superhéroe favorito, él dio preferencia a este trabajo, dejando a "X-Men 3" huérfana de director. Por supuesto, 20th Century Fox no podía para la maquinaria cuando la franquicia estaba en su punto más alto. Así que la saga continuó.

El estudio contrató a Brett Ratner para que se encargarse de la película e incorporó a Simon Kinberg a la plantilla de guionistas. La Banda Sonora pasó de manos de John Ottman a John Powell y aunque el reparto no cambió demasiado, algunos como Alan Cumming se bajaron del barco. También se incorporaron intérpretes como Kelsey Grammer, Ellen Page y Ben Foster, así como un montón de nuevos mutantes.
La película dividió mucho a los espectadores, algunos la posicionaron claramente como la peor de las tres, mientras que otros agradecieron la frescura con la que Brett Ratner enfocó esta nueva aventura.

En general, podemos aclarar que es una película que se enfoca mucho más en la acción que en el drama, y se arriesga más que las otras a la hora de tomar ciertas decisiones que aunque polémicas, sin duda producen cambios radicales en la historia.

El problema radica en que es una película en la que los avances vienen y van. Los guionistas se atreven a dar varios pasos muy radicales, pero de cara al final parecen arrepentirse de dos de ellos. Y al final todo termina de una forma que ni cierra la trilogía ni deja un final abierto.
Al igual que en las anteriores, tenemos un reparto excelente con Hugh Jackman y Halle Berry a la cabeza.

Mi incorporación favorita de esta tercera entrega es la de Kelsey Grammer en el papel de la bestia. Sin duda un personaje muy conseguido, y estéticamente idéntico a su contraparte del cómic. Mucho más parecido que el que apareció en la segunda trilogía.
Sin duda, Kelsey Grammer tiene todo lo bueno que debe tener su personaje, diplomacia, paciencia y escenas de acción que nos mantendrán a todos pegaditos a la butaca.

Ian McKellen vuelve en esta tercera parte y nos entrega una excelente actuación como Magneto una vez más. El único problema que veo en él es un cambio radical que se produce en su personalidad cerca del final.
Para él, el mero hecho de que los humanos hayan creado una cura para la mutación es un gran insulto para su especie. Por ello, en esta ocasión planea reunir al mayor número de mutantes posible para poder exterminar a la humanidad.

También vuelven en menor medida intérpretes como Patrick Stewart en el papel de Charles Xavier, Rebecca Romijn en el de Mística y James Marsden como Scott Summers.
En el caso de este último, apenas aparece en la película, debido a que como muchos sabemos, tuvo que irse con Bryan Singer a rodar Superman returns, lo cual explica perfectamente su ausencia durante este largometraje.
Y pese a lo mucho que me molesta su ausencia, debo dejar claro que gracias a él, tenemos un actor más que ha trabajado para Marvel y para DC.

Otra que vuelve para esta tercera entrega es Famke Janssen en el papel de Jean Grey. Por todos es conocida su transformación en esta tercera parte. Y sería increíble de no ser por lo poco trabajado del personaje.
Para empezar, siento que al igual que Zack Snyder mató pronto a Superman, Bryan Singer se apresuró demasiado en convertir a la doctora Grey en la Fénix Oscura.
Pero en cualquier caso, siento que si él hubiese dirigido esta película, podría haber mejorado algunos detalles de la misma.
Debo aclarar que la saga de la Fénix Oscura es muy difícil de adaptar, pero el planteamiento que Bryan Singer hubiera afrontado de haber dirigido "X-Men 3" era muy diferente, ya que la idea original era que la Fénix Oscura se convertiría en el siguiente paso en la evolución de los mutantes, lo cual representaría una amenaza contra los humanos y los mutantes. Por lo que ambas especies tendrían que abandonar sus diferencias para confrontar esta amenaza.

Lamentablemente, los guionistas enfocaron bastante mal este cambio de bando de Jean.
Realmente se siente como una amenaza cuando aparece en pantalla, pero el descontrol de su mente parece selectivo. Porque tiene varias escenas con Magneto en las que parece plenamente consciente de sus actos.


Centrándonos en aspectos técnicos de la película, “X-Men: La Decisión Final”, cuenta con grandes efectos y muy buena fotografía.
Ydebemos destacar todo un gran despliegue de medios a la hora de mostrar a los máximos mutantes posibles.
Es más, quiero dejar una pequeña curiosidad; ésta es la única película de la saga en la que aparecen los cinco mutantes originales. Es triste que no tengan escenas juntos, pero es una curiosidad muy reseñable.

La Banda Sonora ha decaído mucho para mí desde “X2”.
Es una Banda Sonora que cumple, pero poco más. Debemos destacar que algunas de las escenas de acción que nos brinda esta película se encuentran entre las mejores de la trilogía, especialmente el clímax.

En conclusión, “X-Men: La Decisión Final” es una pasable película que cierra de forma correcta la primera trilogía. Pero decepcionante en muchos aspectos. Si las dos primeras películas son para mí excelentes, ésta es tan solo buena.
Así que le voy a conceder una puntuación de 6 sobre 10.