Da gusto encontrarse con una película tan cuajada tanto desde el punto de vista de la dirección como desde el actoral y con tanta riqueza en la construcción del guión. Posee un equilibrio perfecto entre las escenas de transición y las que exigen una mayor tensión dramática. Funcionan las escenas de corte íntimo y pausado y también las de acción. El ritmo es perfecto, los actores desaparecen como tales y vemos a los personajes. La descripción de la época y su día a día es creíble y una de las más precisas que recuerdo haber visto. Los diálogos son verosímiles y las emociones de los personajes se trasmiten con arte,oficio y capacidad de síntesis. Una auténtica maravilla a la que asistimos sin perder el interés en ningún momento. En mi opinión el mejor western que se ha realizado en los últimos 20 o 30 años, superior a otros de más relumbrón.