Si quieren que les de una buena razón para ver esta película, sólo tengo una de peso para darles. Y tiene nombre propio: Valeria Bertuccelli. Por lo demás, esta tercera producción de Juan Taratuto es una comedia liviana, llevadera y simpática, pero que se mantiene bastante por debajo del nivel de su ópera prima "No sos vos, soy yo". La historia no tiene gran originalidad, el guión es simplemente correcto y las actuaciones si bien son apropiadas, al aparecer la anteriormente nombrada protagonista, todos quedan en comparación como aficionados de teatro escolar. La totalidad del film descansa sobre el esmirriado cuerpecito de la enorme Valeria que lleva la historia sobre sus hombros de punta a punta con gracia y maestría. Lamentablemente no comparto algunos comentarios que consideran esta película como una reflexión ácida e inteligente sobre la pareja: creo que es una comedia medianamente pulida, honesta, sin mayores pretensiones de análisis, a la cual le sobran algunos momentos tontos, desaprovecha inexplicablemente otros, y deja la sensación de que el personaje interpretado por Gabriel Goity (el Cuervo Flores) daba para algo más.