Comedia romántica de espíritu indie y algo pretenciosa en sus formas, Craig Gillespie da un paso más allá de lo presentado en la divertida "Cuestión de pelotas" y nos relata una historia de buenas intenciones, amor y relaciones (casi) humanas.

A destacar Ryan Gosling quien es clavadito a David Arquette en “Scream” con sus tics y todo y Bianca la muñeca que le trae de cabeza con más expresividad facial que muchas de las últimas reinas de Hollywood.

Emily Mortimer también aparece por la función con una interpretación algo dispar.

La película tiene buen fondo, pero falla en la forma, en ningún momento se llega a epatar ni con el protagonista ni con ninguno de los habitantes de ese pueblo tan particular lo cual reduce el impacto en el espectador (por lo menos en mí) y hace que se desinfle en su segunda mitad.

Curiosona.