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Voto de Luke_Cage:
8
Western. Aventuras. Drama La familia Bridges vive aislada en su rancho de las montañas se ve amenazada por una peligrosa pantera que causa estragos entre el ganado. Además hay tensas y turbias relaciones entre los miembros de la familia. Curt Bridges (Robert Mitchum) es el mayor de los hijos de la severa matriarca y de su débil y alcoholizado marido. Para salvar al ganado del peligroso felino, Curt y sus hermanos se ven obligados a enfrentarse a la bestia. (FILMAFFINITY) [+]
28 de agosto de 2021
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“El rastro de la pantera” supone toda una rara avis dentro del Hollywood clásico de la década de los 50, no en vano la película se vendió como un western cuando más allá del marco temporal en el que se desarrolla y los personajes (una familia de ganaderos) poco tiene de cine del oeste.

Explicar qué es se me antoja un reto arto complicado, ya que es un producto inteligentísimo y muy adelantado a su tiempo, de hecho, fue un auténtico fracaso en taquilla y nadie pareció entenderla hasta décadas posteriores.

Lo que nos vamos a encontrar es una atmósfera desasosegante, con escenarios interiores completamente asfixiantes y viciados por unas personalidades tan dispares como inquisitivas (en especial el padre, la madre y por supuesto el personaje de Mitchum), opresión y luchas de egos y cierto cambio de roles conforme se desarrolla el film. En contraposición, también contaremos con espacios abiertos, blancos puros, con una fotografía excelente y unos paisajes nevados que nos llevan a sentir el vacío en nuestras propias carnes y que tiene un conducto existencialista muy marcado.

William A. Wellman lo da todo detrás de las cámaras, estamos hablando de un director que cuenta obras maestras en su filmografía como Incidente en Ox-Bow (1942): la mejor versión de OK Corral jamás realizada, El enemigo público (1931): con un James Cagney desatado, Beau Geste (1939): que impulsó a Gary Cooper como la estrella del momento, Caravana de mujeres (1951): un pequeño western con mucha alma o Cielo amarillo (1948): esa película maravillosa que trasciende géneros cinematográficos, en ese sentido muy parecida a la que es objeto de mi crítica.

El guión corre a cuenta de A.I. Bezzerides que adapta con solvencia la novela de Walter Van Tilburg Clark, dándole un enfoque muy cinematográfico y teatral. El guionista tuvo momentos deslumbrantes en la década de los 50, suyos fueron los libretos de El beso mortal (1955), Mercado de ladrones (1949) o La casa en la sombra (1951), entre otras.

Entre el elenco además de las actuaciones ya mencionadas de los padres de esta familia tan disfuncional, destaca el gran Robert Mitchum, excelente como casi siempre, en los 50 ya era una estrella consagrada dentro del firmamento hollywodiense, esta película está ubicada entre Cara de ángel (1953) que es un ejercicio superlativo de cine negro a cargo de Otto Preminger y Río sin retorno (1954) con una actuación muy interesante de Marilyn Monroe, y sólo un año antes de una de sus más icónicas actuaciones: La noche del cazador (1955). Por lo tanto, podemos contar con un absoluto estado de gracia en su caracterización del mezquino y ladino hermano Curt Bridges.

Una película diferente y muy personal, con un estudio de personajes excepcional y una potente trama, en la que participaremos en la caza de los demonios internos del hombre.
Luke_Cage
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