Recién inaugurada la década de los 80 nos encontramos con un artilugio insano y totalmente desquiciado que trastornó las mentes de la chavalada de la época, aún recuerdo vívidamente la sensación de rechazo, terror y asco que me produce Joe Spinell quien se transmuta en un personaje deleznable, asesino en serie de mujeres, apático y sin ningún atisbo de cordura. William Lustig llevó la imagen del misógino psycho-killer a la década de los 80 por la puerta grande.

Más de 30 años después la cuadrilla del nuevo cine de terror francés comandada por Alexandre Aja (aquí ejerciendo en labores de guionista, productor y padrino del director de la cinta) se marca un revisionado de la obra que sorprendentemente incomoda y desagrada aún más que la original (y es que amigos nos toca vivir tiempos convulsos).

El elegido para llevar la tarea a cabo no es otro que el compinche de Alexandre, Franck Khalfoun, quien no cuenta con nada destacable en su filmografía pero que siempre ha estado muy vinculado con el slasher y el género de terror. Para esta ocasión realiza un prodigioso despliegue técnico ya que en gran parte se desarrolla en primera persona y cuenta con no pocos encuadres, artificios y juegos de espejos imposibles, consiguiendo una factura pulcra, fría y por momentos muy inquietante.

La cinta ha sido definida como desagradable, perturbadora, mal rollera, nauseabunda… en pleno siglo XXI y con más de 30 años pasados desde el estreno de la original sorprende que la comunidad cinéfila se eche las manos a la cabeza por una película que si bien cumple su cometido, me atrevería a situar varias posiciones por detrás de su predecesora en cuanto a crear mal estar y desagradar al espectador se refiere.

El apartado actoral es irregular, el bueno de Elijah ya ha dado muestras en el pasado de que se le da bien ser el buen chico con más de un cadáver en el armario (en esta ocasión además literalmente) y crea un personaje parecido al de Spinell pero con voz propia; sin embargo Nora Arnezeder no consigue el empaque suficiente como para darle un peso importante a su personaje en el film.

Muy correcto remake a disfrutar sin prejuicios.