Muy recomendable melodrama sobre infidelidad, celos, chantaje y venganza que adapta satisfactoriamente la obra teatral homónima de William Somerset Maugham.

Todo se origina con una acción violenta que tensa desde el principio una atmósfera fascinante de atracción perturbada en la que caben temas como la rivalidad femenina, la conciencia profesional y la desazón por las posibles consecuencias penales.

William Wyler conduce esta historia mayoritariamente nocturna con misterio a la par que con elegancia, recogiendo magníficamente tanto el ambiente siniestro y enrarecido que envuelve al relato como la angustia de sus principales personajes, entre los que sobresalen un soberbio James Stephenson como abogado inmerso en una situación peliaguda, una espléndida Gale Sondergaard como viuda asiática sabiendo dotar a su personaje de un aura enigmática, y por supuesto la grandísima Bette Davis ejerciendo un cautivador magnetismo, iluminada entre sombras por la luna llena y gustosa de practicar ganchillo para calmar los nervios y liberar emociones.

La excelente fotografía expresionista de Tony Gaudio otorga al film un inequívoco regusto de cine negro.

Nota: 8,5