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España España · ALBACETE
Voto de pedro mateo:
7
Drama Tras un divorcio difícil, Lucas, un hombre de cuarenta años, ha encontrado una nueva novia, un nuevo trabajo y trata de reconstruir su relación con Marcus, su hijo adolescente. Pero algo empieza a ir mal: un detalle cualquiera, un comentario inocente y una mentira insignificante que se extiende como un virus invisible sembrando el estupor y la desconfianza en una pequeña población. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas películas que te obligan a mirar durante un par de minutos los títulos de crédito del final, no los estás leyendo, en realidad no estás viendo nada, simplemente te quedas ahí, sentado en el sofá, plantado frente al cristal del televisor especulando con la posibilidad de un final alternativo y sabiendo que estás, una vez más, delante de una de esas pelis incapaces de mantenerse en pie sin un astuto y efectista juego de trampas.

Nicolas Winding Refn, Susanne Bier, evidentemente Lars von Trier, quien a través de su productora, Zentropa Entertainments, produce la cinta, y Thomas Vinterberg, coguionista y director de la misma, son los actuales padrinos de una imparable y prolífica filmografía, la danesa, post emergida, en parte, gracias a un puñado de modestos blockbusters acaparadores de premios, crítica y prestigio alrededor de todo el Mapamundi. Algunos de los recientes títulos de este país se han indo convirtiendo en precoces films de culto (Drive, En un mundo mejor, Melancolía), La caza es sin duda el siguiente en unirse a la lista.

Pese a lo sobada y poco fiable que resulta, la etiqueta de thriller hitchcockiano le viene como anillo al dedo a este drama nórdico que comparte más de un lugar común con La calumnia de William Wyler, aunque tras su visionado es inevitable que se cuelen por tu mente los fantasmas de Perros de paja, por desgracia sin Peckinpah pero afortunadamente con Mads Mikkelsen, Premio al mejor actor en la pasada edición del Festival de Cannes. Mikkelsen es el nuevo y merecido actor de moda del viejo continente, y como tal, ha trascendido las fronteras de la cinematografía europea haciendo las veces de villano JamesBondiano o en un quid pro quo con el icono caníbal Hollywoodiense por antonomasia, lástima que el festín esté siendo tan escaso para los ejecutivos de la NBC y la prolongación del contrato no sea más que una palpable utopía.

Currículums y negocios al margen, ver y oír, me refiero en versión original, a este superdotado y multipoliédrico actor e intentar descubrir qué enigmas entrañan su mirada, sus ojos, vitales para la trama, podría ser casi la mayor atracción de esta propuesta, pero sus amigos, sus perseguidores, el casting, es una verdadera proeza, cada uno de esos rostros te invita a perderte por entre los bosques del laberinto mental escandinavo, siempre tan pulcro y educado, tan oscuro y salvaje. Vinterberg, como ya hizo en Celebración, vuelve a hablarnos de la fractura familiar, del polvo escondido bajo la alfombra del salón, un salón con trofeos colgados de la pared y hombres mirando directamente a los ojos de los ciervos disecados, ciervos que intentaron escapar de la jauría humana, uno de ello pastaba y bebía agua del río junto a su hijo y su amada Bambi minutos antes de los gritos y las ráfagas de pólvora.
pedro mateo
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