Basicamente, Naruto al saber por un método poco convencional que Hinata le quería regalar una bufanda, recuerda que ella se le declaró en el pasado, al tiempo que se da cuenta de que también él la quiere a ella. Así como así. Lo peor de todo, es que podrían haber continuado lo mostrado en el manga, donde ya al final se mostraban algunos gestos de complicidad (tal vez todavía no de amor, por parte de Naruto) entre ambos. Es decir, podrían haber forjado este romance con cierta coherencia y sin que ocupase toda la película, ya que, cabría preguntarse, ¿porqué demonios en dos años desde el final de la guerra no solo no ha avanzado su relación, sino que ha retrocedido? La respuesta me temo que es: porque es una película hecha exclusivamente para fans Naruhinas, especialmente mujeres y fans muy poco exigentes con la coherencia.

Pero la cosa no acaba ahí. Resulta que Naruto no quería a Sakura, ni si quiera le gustaba. Es que estaba compitiendo con Sasuke. Aaaam... Ya veo... Menuda manera de justificar el fin de un enamoramiento y el comienzo de otro, ¿no? Es absolutamente absurdo, de cabo a rabo. Creo que no hacía falta negar que Naruto quiso a Sakura de esa forma para poder desarrollar el Naruhina.

Sobre la trama del villano, que lo he mencionado antes pero no quería entrar en detalles y spoilear:

Comienza bien, exponiendo con claridad el origen de los shinobis, nos habla de Kaguya y sus hijos, centrándose en Hamura. Aunque ya lo supiésemos de antemano, no es una mala manera de empezar la película. El problema es que el descendiente del hermano de Rikudo resulta una brutal decepción, en comparación con los descendientes de Rikudo (que por cierto, olvidan por completo a Sasuke, dejando a Naruto como principal descendiente). En ningún momento el villano da sensación de verdadero poderío (mas allá del arma de guerra que tiene en su poder, cuyo nombre no recuerdo), por no decir que es un intento de copia de Madara, ya que, al igual que este, malinterpreta unas informaciones que le dejaron sus ancestros, y por eso se rebela. Qué novedoso...