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España España · Santiago
Voto de ffwinter:
10
Drama. Bélico Segunda Guerra Mundial. Estando Roma ocupada por los nazis, la temible Gestapo trata de arrestar al ingeniero Manfredi (Marcello Pagliero), un comunista que es el líder del Comité Nacional de Liberación. Pero en la redada Manfredi consigue escapar y pide ayuda a Francesco, un camarada tipógrafo que en unos días se casará con su novia Pina (Anna Magnani), una viuda con un niño. Además el cura de la parroquia, Don Pietro (Aldo Fabrizi), ... [+]
28 de julio de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las pocas películas que continúa conmoviéndome e impresionándome después de vista varias veces.
Rodada hace hoy setenta años, y todavía fresca, actual, vibrante... Hay más cine en películas como esta, o en otras obras del neorrealismo italiano como como "Bellissima", o "Umberto D"
que en la mayoría del cine actual.
Incluso cuando -cosa obligada, porque estamos en 1945- se pone retórica y discursiva (el alegato de don Pietro ante el jefe de la Gestapo... la reflexión amarga y alcohólica del único alemán que reconoce que su causa es maldita y perdida porque no han hecho otra cosa que sembrar el odio...) hay que reconocer que es una retórica nobilísima y potente, de acuerdo con las imágenes que estamos viendo, nada postiza.
Todo admira en ella: las soberbias interpretacion es (¿qué decir de la maravillosa Ana Magnani y de la sobrecogedora escena de su muerte?), el ritmo, el universo humano de los italianos de la calle,el miedo de una ciudad ocupada por un poder implacable, el mundo perverso y podrido de los ocupantes nazis y sus aliados italianos...

Hay escenas costumbristas ( e incluso cómicas) excelentes -don Pietro dándole el Viático al anciano y escondiendo la bomba y la metralleta debajo de las mantas...). Escenas que conmueven hasta las lágrimas (los padres abroncando a los niños cuando vienen de poner un petardazo; los niños silbándole una canción al cura en el momento del fusilamiento, el niño corriendo a abrazarse a su madre muerta, o despidiéndose de quien iba a ser su nuevo padre...), esas fotos de las calles, plazas y casas de los barrios populares de Roma, esa aproximación directa a la realidad que comenzó con el neorrealismo...
Es curioso como algunos aspectos parciales (las chicas adictas a la morfina que les proporciona la malísima alemana de la Gestapo, el evidente lesbianismo de esta...) son muy modernos.
Luego está el mensaje ideológico, profundamente humanista, muy a lo "compromiso histórico" que se diría treinta años después: el cura católico y el militante comunista (visualizado como un nuevo Cristo) unidos en su lucha común por la justicia, la libertad y la dignidad de las personas.
Y esa imagen final y tiernísima de los niños, vestidos con harapos y andando con desgastadísimos zapatos por una colina embarrada mientras vemos a lo lejos la línea urbana de Roma y la cúpula de San Pedro.
Para ver una y otra vez sin cansarse.
ffwinter
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