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Myanmar - Birmania Myanmar - Birmania · Burma
Voto de El Roba:
8
Ciencia ficción. Fantástico Seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia fue obra de la imaginación del director francés y mago Georges Méliès (1861-1938), que se inspiró en las obras "From the Earth to the Moon" (1865) de Julio Verne y "First Men in the Moon" (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje de 14 minutos de duración realizado con el astronómico ... [+]
31 de enero de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
George Mélies, en 1902, lleva a cabo una superproducción llamada Viaje a la luna, que se convertiría en la base del género de la ciencia ficción y en uno de los grandes clásicos del cine.
El tono del relato, está impregnado de un amable sabor surrealista, que juega con el absurdo y lo imposible, como elementos básicos de un relato fantasioso. Mélies ensaya con éxito innovaciones de duración y de contenidos; ya que, los cortos de la época tenían una duración de 2 minutos aproximadamente y trataban temas de la vida cotidiana.

Sin duda alguna, lo mejor de la película es su cuidada y ambiciosa puesta en escena que combina elementos tan reconocidos en esa época como los fondos negros, murales o decorados pintados junto con otros menos utilizados como lo eran las trampillas y pequeñas explosiones. (Estos últimos eran unos recursos que Mélies siempre utilizó para sus shows de ilusionismo y magia)
Sin estas herramientas, la ambientación; tan artesanal como impresionante, de la ciudad con sus múltiples chimeneas escupiendo humo sin cesar, así como la reunión de los astrónomos y todas las escenas que transcurren en la luna, no habrían sido posibles.

Otro aspecto muy curioso de la película, es el momento en que la nave aterriza en la luna. Este hecho se podría considerar un fallo técnico o gazapo ya que el aterrizaje se produce en dos ocasiones. Primero en un genial plano de la gran estrella, representada por la cara de un maquillado actor, y después, como si ya estuviésemos dentro de ella. Por lo tanto en dos secuencias, una seguida de la otra, se observa como la nave aterriza dos veces.
Pero lo importante no es fijarse en ese presunto “fallo”, sino mirar más allá y observar cómo Mélies ejecuta el aterrizaje. La escena de la nave clavándose en la luna, que adquiere forma de rostro humano, rebosa imaginación, fantasía y humor; quedando grabada en la memoria de los espectadores como la imagen principal de la película.

El director francés, muy influenciado por las obras de Julio Verne, se atreve a recrear el mundo marino y sus profundidades en lo que sería el climax de la película. Para ello graba la secuencia en la que la nave cae al fondo del mar, colocando la cámara delante de la pecera que tenía más a mano. Una vez más, Mélies demuestra su gran experiencia como ilusionista.

Por un lado, hay que decir que la película está rodada en un continuo plano fijo-frontal que recuerda a una obra de teatro; revelando el hecho de que Mélies, al contrario que S. Porter, no contribuyó al desarrollo del lenguaje cinematográfico.
Por otro lado, hay que destacar que Viaje a la Luna explora los secretos y posibilidades del cine más allá de los límites de las obras realistas de la época.
El Roba
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