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Voto de Marc Fernández:
8
8,2
176.148
Thriller. Intriga. Terror
El FBI busca a "Buffalo Bill", un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene ... [+]
15 de abril de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Silencio de los Corderos es la típica trama de policía que busca a asesino en serie, con la diferencia de que aquí la trama es mucho más retorcida, oscura y se podría dar el calificativo de que incluso llega a ser hasta de mal gusto en ciertas ocasiones. Pero lo cierto es que todo este aspecto psicológico es lo que hace que la película sobresalga por encima de las demás películas de su género.
La historia sigue a Clarice Starling (Jodie Foster), una policía perteneciente a la academia del FBI al que la encargan hablar con el Dr. Hannibal "El Canibal" Lecter (Anthony Hopkins). En un principio, el fin es de simplemente establecer un perfil psicológico para conseguir atrapar a psicópatas asesinos en serie como el principal villano de la película, el asesino apodado como "Buffalo Bill" (Ted Levine). Sin embargo, Hannibal ofrece a Clarice su ayuda para atrapar a Buffalo con la condición de que ella le trate como él lo hace.
Y lo cierto es que tanto Jodie Foster como Anthony Hopkins realizan unas grandes actuaciones. Jodie Foster es capaz de lucirse con cada emoción cuando toca y sabe plasmar lo que, a pesar de ser perteneciente a la academia del FBI, sigue siendo una novata. Por supuesto, la palma se la lleva el personaje de Hopkins, con un carisma natural y que con su mera presencia es capaz de volver cada escena muy tensa. Pocas veces se siente a un personaje tan peligroso en presencia, dando la sensación de que en cualquier momento puede volverse loco.
El Silencio de los Corderos hace un excelente trabajo al mantenerte tenso y contiene a dos personajes sobre los que gira la trama con actuaciones estelares. Y es que, aunque el resto de la película funciona más o menos bien, lo cierto es que los mejores momentos son las conversaciones entre estos dos personajes.
La historia sigue a Clarice Starling (Jodie Foster), una policía perteneciente a la academia del FBI al que la encargan hablar con el Dr. Hannibal "El Canibal" Lecter (Anthony Hopkins). En un principio, el fin es de simplemente establecer un perfil psicológico para conseguir atrapar a psicópatas asesinos en serie como el principal villano de la película, el asesino apodado como "Buffalo Bill" (Ted Levine). Sin embargo, Hannibal ofrece a Clarice su ayuda para atrapar a Buffalo con la condición de que ella le trate como él lo hace.
Y lo cierto es que tanto Jodie Foster como Anthony Hopkins realizan unas grandes actuaciones. Jodie Foster es capaz de lucirse con cada emoción cuando toca y sabe plasmar lo que, a pesar de ser perteneciente a la academia del FBI, sigue siendo una novata. Por supuesto, la palma se la lleva el personaje de Hopkins, con un carisma natural y que con su mera presencia es capaz de volver cada escena muy tensa. Pocas veces se siente a un personaje tan peligroso en presencia, dando la sensación de que en cualquier momento puede volverse loco.
El Silencio de los Corderos hace un excelente trabajo al mantenerte tenso y contiene a dos personajes sobre los que gira la trama con actuaciones estelares. Y es que, aunque el resto de la película funciona más o menos bien, lo cierto es que los mejores momentos son las conversaciones entre estos dos personajes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Voy a quitar algo de en medio, ya que es algo que debo darle las gracias a Jonathan Demme por hacerlo. Es un detalle que se presenta repetidas veces, pero que cuando la vi de verdad me hizo sentir incómodo y no me creía que una película de 1991 se atreviese con eso. Estoy hablando del machismo hacia la protagonista. Durante toda la película, hay escenas en las que se ve como miran a Clarice, casi comiéndola con los ojos y muchas veces parece que ni la toman en serio solo por el hecho de ser una mujer. Solamente por, aparte de contarme una buena historia, atreverse a mostrar esto de una manera que te hace sentir incómodo y te hace plantearte que es algo que sucede normalmente a día de hoy, la película gana mucho más. Sumado a esto, hay que reconocerle un gran mérito a Jonathan Demme, ya que él ha sabido cómo darle la estética retorcida de la peli y en manos de otro director podría haber acabado en otra película de psicópatas de serie B que suelen echar los sábados a la hora de la siesta en Antena 3.
La película hace muy bien en presentar a Hannibal Lecter. Desde el minuto uno, te dejan claro que es alguien muy peligroso: una foto de una enfermera a la que destrozó la cara (el hecho de no enseñar la foto incluso le da un punto más de misterio), un contacto visual constante con una media sonrisa que hace que te pongas nervioso y, por supuesto, sientes el miedo que siente Clarice de que en cualquier momento Hannibal puede dejar ese hombre tranquilo y volverse el psicópata que es en realidad. Y eso queda mostrado en la escena de su escape, donde no solo brutaliza a los dos policías, sino que encima se regocija en ello, poniéndole a uno en una postura prácticamente artística y arrancándole la cara a otro.
Y es que después de ver de lo que es capaz Hannibal y como ocupa la pantalla, lo cierto es que Buffalo Bill no ofrece gran cosa. Tiene pocas escenas y se le ve que es alguien que es otro psicópata y ya. También es cierto que no se le podía exigir mucho más, pero también es verdad que su trama es bastante inferior a la otra parte más psicológica.
Como conclusión, los fallos menores en la trama argumental relacionada con Buffalo Bill no suponen un gran detrimento en lo que es una película muy psicológica que sabe ser tensa y angustiosa y que además ofrece a dos grandes protagonistas, especialmente Hannibal Lecter, que a pesar de su complejidad son muy bien llevados a nivel actoral. Una buena película
La película hace muy bien en presentar a Hannibal Lecter. Desde el minuto uno, te dejan claro que es alguien muy peligroso: una foto de una enfermera a la que destrozó la cara (el hecho de no enseñar la foto incluso le da un punto más de misterio), un contacto visual constante con una media sonrisa que hace que te pongas nervioso y, por supuesto, sientes el miedo que siente Clarice de que en cualquier momento Hannibal puede dejar ese hombre tranquilo y volverse el psicópata que es en realidad. Y eso queda mostrado en la escena de su escape, donde no solo brutaliza a los dos policías, sino que encima se regocija en ello, poniéndole a uno en una postura prácticamente artística y arrancándole la cara a otro.
Y es que después de ver de lo que es capaz Hannibal y como ocupa la pantalla, lo cierto es que Buffalo Bill no ofrece gran cosa. Tiene pocas escenas y se le ve que es alguien que es otro psicópata y ya. También es cierto que no se le podía exigir mucho más, pero también es verdad que su trama es bastante inferior a la otra parte más psicológica.
Como conclusión, los fallos menores en la trama argumental relacionada con Buffalo Bill no suponen un gran detrimento en lo que es una película muy psicológica que sabe ser tensa y angustiosa y que además ofrece a dos grandes protagonistas, especialmente Hannibal Lecter, que a pesar de su complejidad son muy bien llevados a nivel actoral. Una buena película