Comenzaré diciendo que no es "Déjame salir". No es una película de terror. Si, tiene ciertos elementos por aquí y por allí, pero es imposible que esta película se clasifique en este género. ¿O no lo es? Realmente, ¿qué es el terror? Para una mujer estar sola en una calle oscura puede infundirle terrible miedo por lo que le pueda pasar, mientras que a los hombres no nos afecta tanto. Un encuentro de un afroamericano con la policía puede provocar más terror que si fuese un hombre blanco en Estados Unidos. "Déjame salir" juega a eso con una maestría increíble.

Chris Washington (Daniel Kaluuya) es un joven afroamericano que viaja a visitar a los padres de su novia blanca, Rose Armitage (Alisson Williams). Todo parece ir bien, conoce a sus padres y a los dos sirvientes de la casa, dos afroamericanos como él. Sin embargo, el comportamiento de los dos anteriores es tan extraño que Chris comienza a preguntarse si hay algo oculto en la familia.

Jordan Peele escribe y dirige un guion original que, si bien cuesta encasillarle donde el terror, es un thriller psicológico excelente con toques de comedia para aderezar. Es una película que en ocasiones hace mucho hincapié en sus diálogos: no en lo que se dice si no se implica (por ejemplo, cuando hablan a Chris de golf y le hablan de Tiger Woods, como diciendo que los de su raza también pueden ser admirados). La cinta se llega a poner muy tensa y se reserva giros inesperados que te mantienen al borde del asiento.

Con esto, el primer esfuerzo de Peele como director, aunque como película de terror deje que desear, es un thriller muy tenso con ciertos toques de humor que te mantiene enganchado gracias al guion original de Peele y a la actuación de Daniel Kaluuya.