Realmente no lo entiendo, uno acostumbrado a verlo en productos inmundos no puede concebir que esté aquí, con un director de calidad, actores de calidad, guión de calidad, ambiente de calidad...en verdad TODO de calidad.
Si él no apareciera la película tendría claramente dos estrellas más. Es él el que no pega aquí, una inmundicia de "actor" que no capta el espíritu de la cinta. Porque sí, si tuviera que describirla sería una especie de cinta de acción bastante chiflada, ya que parece que la historia fue concebida durante una parranda, con mentes bajo los efectos del alcohol y las drogas.
La primera mitad es un delirio, donde puede caber un sinnúmero de rarezas que hacen cosas aún más raras. A partir de la mitad empieza a "normalizarse" cada vez más hasta que termina de manera totalmente convencional. Y el cable a tierra de todo esto es Seagal: pueden estar bailoteando y poniendo muecas al frente suyo y ni se inmuta, lo que quita casi toda la gracia. Por suerte el resto de actores entiende bien y se suman a la fiesta, donde hay disfraces, tonterías, muecas y mucha diversión.
Pero no fue así. Si no fuera por Seagal esta película hubiera sido la voladera del siglo.