Daba la sensación de que El reino de la calavera de cristal sería la última aventura del gran Indiana Jones, pero se ve que aún no era el momento de colgar el látigo y el sombrero. Decir que En busca del arca perdida es, en mi opinión, una de las mejores películas de aventuras que se han hecho y la mejor de la saga. Las demás, incluida esta, me gustan, algunas más que otras, pero cada entrega me resulta muy entretenida y las veo todos los años para pasar un muy buen rato. Llama la atención que Spielberg no esté en la dirección de esta quinta y, más que probable, última parte. Supongo que esto se debe a la mala acogida de la cuarta en su día. En cualquier caso, James Mangold ha hecho muy buenos trabajos como Logan y Le Mans '66, por lo que su contratación tenía mucho sentido. Nuevamente el famoso arqueólogo se verá envuelto en una trepidante aventura llena de peligros en la que un antiguo e histórico objeto será la clave. Por supuesto, durante dicha aventura no faltarán la acción, el humor ni la emoción. Hay muchas referencias a las anteriores películas, lo cual es todo un acierto porque ayuda a activar la nostalgia que llevamos dentro. El prólogo pese a ser largo, es divertido y me parece una buena apertura. Ver a Indiana de joven es algo que me agrada. La parte de Marruecos es magnífica, puro Indiana Jones. Los efectos especiales dan el pego. Me ha gustado especialmente el personaje de Helena, ya que es una versión femenina de Indy. Mads Mikkelsen fue villano en Casino Royale, Los tres mosqueteros, Dr. Strange, Animales fantásticos y aquí vuelve a serlo para no perder la costumbre. Admito que nunca decepciona en ese rol, aunque en esta ocasión su personaje es un tanto genérico. La banda sonora de Williams sigue causando el mismo efecto que hace décadas. La magia de la aventura sigue estando ahí, en esas notas. Harrison Ford no tiene nada que demostrar a estas alturas. Es Indiana Jones con los ojos cerrados y lo será para los restos. Eso sí, podrían innovar en cuanto a los malos, pues parece que nos tienen que meter a los nazis con calzador. Podría seguir hablando, pero creo que lo mejor será parar aquí porque en caso de no hacerlo, corro el riesgo de rascar más a fondo, y como sabréis, eso se llama hacer spoilers y no estoy por la labor. Una despedida triste por el mero hecho de tratarse de una despedida. Sin embargo, Indy nunca será olvidado, al menos por aquellos que hemos disfrutado de todas sus aventuras. Gracias, Indy, siempre serás un ejemplo del mejor cine de aventuras, y seguro que también una gran inspiración para más de una generación de arqueólogos.