Sin duda, esta es una de las películas más humanas y sentimentales que he visto en mi vida.
Todo lo visto durante el film es muy real y hace que el espectador más frío tenga muchas ganas de llorar.
La historia es muy sencilla: el protagonista vive en un pueblo que no le agrada, pero no se puede marchar de allí porque tiene a su obesa madre. Una mujer que cayó en una profunda depresión debido al suicidio de su marido, que se ahorcó. Ella no sale nunca de la casa por su obesidad. Y si esto no es lo suficientemente complicado, uno de los hermanos sufre un retraso mental que obliga al prota a estar siempre pendiente de él. En todo momento, vemos como dicho prota se ve desbordado por todos los problemas de su dependiente familia. Y es que su mirada es el reflejo de la desesperación. Johnny Depp encarna muy bien a este personaje tan infeliz. Apenas habla y cuando lo hace, se nota que algo le pasa. Después de todo, no tiene nunca tiempo para él mismo. Leonardo DiCaprio hace aquí su mejor interpretación con diferencia. Juliette Lewis convence como chica positiva que no se preocupa por nada. Es muy, muy emotiva esta dramática película. Su realismo es la clave para que la veas como un personaje más de la historia. Me encantaría conocer a la familia Grape...