Después de la horrible trilogía dirigida por Sam Raimi, al fin, tenemos una buena película sobre el famoso héroe arácnido.
El reinicio ha sido todo un acierto. Y es que este nuevo Spider-Man se asemeja mucho más al hombre araña de la serie animada que un servidor solía ver de niño justo antes de ir a clase.
En esta ocasión, vemos un Spider-Man más chistoso y mucho más divertido que el interpretado por Tobey Maguire.
Centrándome en el contenido de la cinta, esta posee una trama interesante y sumamente efectiva. Los personajes, sin ser los mejores, están bien. La acción es bastante buena y en ciertos momentos llega a ser espectacular. Los enfrentamientos entre Spider-Man y el lagarto resultan geniales. Además, el clímax no decepciona, ya que en él vemos varias secuencias de una calidad notable. También hay tensión en determinadas situaciones. Aparte, personajes como el Doctor Connors o los padres de Peter Parker aquí tienen relevancia en la historia.
Puede que esta versión de Spider-Man no sea del agrado de aquellos que sí disfrutaron con las 3 entregas de Raimi. Yo, como ya he dicho, aplaudo este cambio porque considero que realmente era necesario.