Esta secuela consigue superar a su antecesora gracias al ofrecimiento de un mayor espectáculo. En esta ocasión la historia transcurre en Miami, donde volvemos a ver a Brian O'Conner metido en el ajo, aunque como ex-agente del FBI tras lo ocurrido en el anterior filme. Contará con la ayuda de un viejo conocido para atrapar a un mafioso del lugar y poder recuperar su vida anterior. No veo necesario decir que si la primera te gustó, esta también te gustará. Se echa en falta la presencia carismática de Vin Diesel, aunque por suerte contamos con la incorporación de Tyrese Gibson, quien está realmente bien en su rol de personaje divertido. Además, hay más escenas de carreras y por consiguiente más diversión. En general, hablamos de una segunda entrega más entretenida con más dosis de acción y más de todo. En lo personal no entiendo las malas críticas que tiene esta continuación cuando ofrece un mayor divertimento que la original. En cualquier caso, para gustos los colores como se suele decir. Muy buena química entre el dúo protagonista. La media hora final nos regala un clímax de lo más intenso y movido, no tiene desperdicio, os lo aseguro.