Gran película dirigida por Alfonso Cuarón (Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)), que logra transmitir puras emociones con las extraordinarias imágenes que contemplamos a lo largo de los 90 minutos que dura esta alucinante experiencia.
Desde que empieza la proyección el film nos sitúa en su misma historia haciéndonos ser durante una hora y media un astronauta que se debate entre la vida y la muerte. Literalmente nos ponemos el mismo traje que lleva puesto Sandra Bullock en toda la película. Magnífico el uso y hacer de los planos en cada secuencia con sus diferentes posiciones y distintos ángulos. La realidad es majestuosa representando el vacío del espacio con una inmejorable fotografía palpada con unos oscuros y apagados colores en las tonalidades del fondo de cada escenario. Unos escenarios que son puramente reales para el espectador.
La producción se coloca justo en el medio de lo aterrador y lo bello, pues el entorno espacial es un lugar extremadamente peligroso que resulta a la vez hermoso. El sufrimiento y la armonía en un sitio en común y al mismo tiempo.
Me ha encantado el ritmo de todas y cada una de las partes. La calma del principio se rompe y llega la tempestad que provoca la lucha por la supervivencia. Y la cinta va más allá de ese combate entre el ser humano y la naturaleza con ese enorme drama que persigue a la protagonista desde su pasado personal involucrando así una historia de superación.
Sandra Bullock hace una actuación más que destacable. Seguramente de las mejores interpretaciones de su extensa carrera (si no la mejor). Lo diré, y creo que muchos cinéfilos opinan exactamente lo mismo que voy a decir a continuación. Esta mujer tiene unos papeles generalmente muy simples, los cuales son o al menos suelen ser muy superficiales y sin ningún tipo de carisma. Pues en Gravity lo hace estupendamente.
Tampoco estoy diciendo que merece un Oscar, eso ya sería excesivo. Me esperaba que George Clooney tuviese un mayor protagonismo. Lo poco que aparece lo hace muy bien, y que conste que Clooney tampoco es santo de mi devoción.
Los últimos instantes de metraje son emocionantes y nos recuerdan la mínima diferencia que existe entre encontrarse en la superficie de nuestro planeta y estar flotando alrededor de este y la Luna.
Gran trabajo por parte de todo el equipo que ha trabajado en esta película. Una auténtica gozada en cada aspecto que presenta y un regalo hecho de buen cine para nuestros sentidos. Le he puesto un 8, pero si le llego a poner más nota no sería para nada inmerecido.