El director de La bruja y El faro regresa para hacernos testigos de una epopeya vikinga que consigue quedar para el recuerdo gracias a la fuerza que transmite por medio de sus poderosas escenas e imágenes. No cabe duda de que el film de Eggers es impresionante desde el punto de vista visual. Y es que cada escenario resulta tan bello como imponente, una combinación que no está al alcance de cualquiera. Es cierto que El hombre del norte ofrece un relato mucho más comercial que los anteriores trabajos del cineasta. Esto se puede deber a que fue consciente en su día de que no todo el mundo entendió dichos trabajos, y para tener un público más amplio, decidió darle a su peculiar estilo un enfoque más accesible y simplista. Y ojo porque no lo digo con ánimo de hacer de menos la obra que nos ocupa, solo estoy resaltando esa "adaptación" de Eggers por motivos seguramente taquilleros. Aún así, su visión se refleja en muchas ocasiones durante el visionado. Esos rituales con cánticos y esas visiones surrealistas son puro Eggers. La fotografía es simplemente hermosa y nos ofrece una ambientación muy lograda. La historia nos puede recordar perfectamente a la de Conan, el bárbaro. De hecho, aquellos que digan que es una versión nórdica de esa película, para un servidor, tienen toda la razón. Y sí, no es la primera vez que cogen la venganza como argumento de una producción de espada y brujería, un (sub)género que actualmente no está muy demandado. El reparto está de 10, aunque me esperaba una mayor participación por parte de Willem Dafoe. La que mejor lo hace es Nicole Kidman, que está muy bien en un papel profundo y lleno de matices. Por otro lado, el romance entre Amleth y Olga es un poco forzado y queda algo cojo. Es curioso como el fuego de la venganza que está dentro del protagonista nunca llega a apagarse y hace que este sea una bestia prácticamente indomable y sedienta de la sangre que le hizo tanto daño hace mucho tiempo. Tal vez, la cinta pretenda transmitir un mensaje que critique la venganza, sobre todo cuando esta se lleva a cabo con violencia y muerte. En cualquier caso, El hombre del norte es una propuesta atractiva y bien realizada que supone 2 horas y cuarto de buen cine de espada y brujería. Hay aventuras, drama, fantasía y unas escenas de lucha que no decepcionan.