Película demasiado infravalorada para lo entretenida que es. La historia nos hace adentrarnos en un mundo sumido en la destrucción provocada por unos fieros dragones, que despertaron de su largo letargo para dominar el planeta que los humanos creíamos nuestro y casi exterminarnos. Por eso el film es un buen ejemplo de lo que nos tocaría vivir en una posible época postapocalíptica con la escasez de recursos para subsistir, el suelo seco y falto de vegetación, las cenizas de los lugares provocadas por el fuego devastador que expulsan las temibles criaturas que vuelan los cielos, los refugios donde los pocos supervivientes se esconden de la amenaza que los sobrevuela. El reparto hace un trabajo más que notable con actuaciones muy convincentes de Christian Bale, Matthew McConaughey, Gerard Butler e Izabella Scorupco. Los dos primeros abarcan casi todas las miradas con sus roces, choques y discusiones. Prácticamente es un enfrentamiento constante entre los 2 personajes. Cada uno con distintos intereses y/o motivaciones. Uno sólo quiere lo mejor para su gente, mientras el otro desea exterminar a las fieras. La cinta tiene de todo para que no te aburras viéndola y su ritmo no baja durante los 90 y pico minutos que dura. Las escenas de acción están bien hechas, al igual que los feroces dragones. Metraje entretenido y nada despreciable.