Obviamente los remakes siempre se tienen que enfrentar a las sombras de las cintas originales, y en esa comparación lo normal es que los primeros salgan perdiendo. Muy raro es el caso en el cual se da lo contrario. De las películas de Pesadilla en Elm Street me he visto la mayoría ( no todas) y la única que me pareció realmente buena fue la primera, las demás me sobraron. Así que tampoco fue una saga que dejó el listón tan alto como para pensárselo dos veces antes de querer hacer un remake. Con Viernes 13 pasaba más o menos lo mismo, aunque en este caso destaque 3 films de la saga al completo siendo estos de entre los 4 primeros de la franquicia, que también es cierto que tuvo más entregas que la de Pesadilla. En todo caso, esta nueva versión de Freddy no me ha disgustado lo más mínimo y explicaré los motivos. En primer lugar este Freddy es un asesino que a diferencia del otro no pierde el tiempo contando chistes para aterrorizar a sus víctimas. Al tener el rostro de otro actor provoca otra sensación en el espectador, sin dejar de dar miedo claro está. Este psicópata es más frío y calculador porque busca siempre acabar con aquel o aquella que persigue y sin recurrir a la palabrería de la que tanto nos tenía acostumbrados el Krueger original. Tampoco es que lo necesite, ya que con el simple hecho de contemplar su cara requemada es suficiente para provocar alto grado de perturbación. A esto último le sumamos los siempre inquietantes sustos mediante apariciones inesperadas con golpes de sonido repentinos para sorprendernos y hacer que peguemos algún que otro respingo en el sofá, asiento o donde sea que estemos sentados mientras vemos el film. Los demás personajes pese a parecerme muy genéricos, admito que saben interpretar a adolescentes que pasan terror. Las muertes son las esperadas con los sueños de las respectivas víctimas y los gritos que produce la sensación de no poder escapar de sus propias pesadillas. Con alguna que otra escena con un alto contenido en sangre y en unos escenarios que no son nada acogedores y sí aterradores. Los sitios que aparecen en las distintas pesadillas están bien ambientados y algunos que otros dan verdadero mal rollo. El guion se sostiene por su ritmo narrativo, pero eso no quita que sea un tanto predecible y que por tanto le reste desconcierto e interés. Otro aspecto que no puedo pasar por alto es el supuesto origen de Freddy, el cual no me termina de convencer pero le añade cierta profundidad al asesino del metraje. Los efectos especiales no están mal y eso que en algunas secuencias flojean un poco, pero generalmente podemos decir que son decentes. Aquí termino.