Una cinta más protagonizada por Liam Neeson que tiene como tema central la venganza. Carece de la seriedad que solemos ver en los metrajes en los cuales él aparece, pues aquí hallamos unas cuantas dosis de comedia negra que nos sorprenden debido a que no contábamos con ellas. Yo opino que ese toque humorístico en momentos que en la vida real sin ninguna duda serían para acojonarse, le sienta muy bien a la película. Porque aparte de proporcionarle un tono diferente al rollo que se cuece, le da un ritmo generalmente llevadero. Aun así hay escenas que sobran al ser claramente de relleno porque francamente no vienen a cuento. Parece que dichas escenas están ahí con el propósito de que la película dure lo más posible, algo que lo veo ilógico, por no decir absurdo. La fotografía es con seguridad uno de los puntos fuertes de la proyección. Con sólo mirar el paisaje nevado te entra una sensación de heladez por el cuerpo que dependiendo de la estación en la que estés te parecerá buena o mala. En mi caso siempre es reconfortante ver una película ambientada en una zona fría, ya que estoy deseando tocar la nieve y el hielo desde hace mucho tiempo. El final del film no me ha gustado nada. No me ha parecido soso, sino lo siguiente. Los personajes parecen sacados de una obra de Tarantino, aunque siendo honesto no se pueden comparar al no estar tan locos como aquellos que salen en las producciones de Quentin. Es un producto que se encuentra más cerca del thriller que de la acción. Liam Neeson está muy olvidable y los otros actores que trabajan no están mejores que él. Peli del montón con buenos momentos en su contenido que se deben especialmente al factor cómico. Sería demasiado blando si le pusiera más de un 6.