Pese a encontrarnos con elementos similares a los de la primera entrega, no podemos negar que en esta ocasión hay cosas que hacen que el visionado sea mucho más maduro de lo que cabía esperar. Sin quitar mérito alguno a la cinta original, que tenía su encanto, pues en ella descubrimos el maravilloso mundo de Narnia. En la primera parte la misión de la cinta era la de hacernos creer que estábamos en ese mundo de fantasía. Ese tono alegre se esfuma para dejar paso a algo más bélico. Narnia ha cambiado, pues ahora es un sitio que no tiene nada que ver con el que vimos con anterioridad.
Los 4 hermanos vuelven a contar con un papel importantísimo a lo largo de la historia. En este caso la trama tiene más acción y seriedad y en ocasiones la película lanza un claro mensaje ecologista.
Los actores cumplen y algunos mejoran con respecto a la película original.
Las batallas son alucinantes y tienen algo de drama.
La música funciona muy bien. Debo admitir que los momentos finales consiguen emocionarme...
No es una obra maestra, pero sí una gran película de aventuras y fantasía que merece (y mucho) la pena.